A partir del decreto 731/2024 los restaurantes, bares, hoteles, servicios de delivery y estaciones de servicio del país deben ofrecer la opción de pago de propinas a través de medios digitales.

La “propina digital” implica que los clientes pueden pagarla no solo en efectivo -como fue históricamente-, sino también mediante tarjetas de crédito, de débito o billeteras virtuales. Además, pueden solicitar que se les incluya en el total de la cuenta.

Una importante modificación que trae esta normativa es que la propina deja de ser parte del salario. Tampoco puede realizarse sobre ella ningún descuento o retención por parte de los empleadores, entidades financieras o procesadoras de pagos.

Desde su entrada en vigor, la propina digital se convirtió en la opción preferida por los consumidores. Según un reciente informe de la empresa Fiserv- basado en datos obtenidos de transacciones de su red de comercios con PosNet y Clover-, el 65% de los clientes ya paga sus propinas de manera electrónica. El monto promedio que dejan es del 11% sobre el total de lo abonado. 

Aquellos comercios que no cumplen con esta normativa pueden enfrentar las sanciones establecidas por el artículo 47 de la Ley 24.240 (de Defensa del Consumidor) y el artículo 48 de la Ley 25.065 (de Tarjetas de Crédito), las cuales incluyen apercibimientos, multas, cancelación de la autorización para operar con medios de pago o incluso clausura por hasta 30 días.

¿Qué pasa con el uso del efectivo en Argentina?

Dentro de un contexto de inflación y baja del consumo, la propina se ve cada vez más afectada. Esto se debe no solo al impacto económico que representa abonar un “extra” en la cuenta, sino porque muchas veces el cliente no dispone de dinero en efectivo.

De acuerdo al último Informe Mensual de Pagos Minoristas que elabora el Banco Central, las transferencias digitales de dinero tuvieron un incremento del 33% con respecto al año anterior, mientras que los pagos QR aumentaron un 91,4%.

Según se desprende del informe, el 75,4% de las transferencias digitales en pesos tuvo como origen y destino una cuenta asociada a una Clave Virtual Uniforme (CVU), es decir, vinculado directamente a una cuenta de pago en billeteras virtuales.

La digitalización monetaria es una tendencia que también se puede ver entre los jóvenes. De acuerdo a un informe de Junior Achievement Argentina la inclusión financiera juvenil en Argentina experimentó una transformación significativa entre 2022 y 2024, impulsada por la masificación de las billeteras virtuales. El informe concluye que los medios digitales se convirtieron en el método preferido de pago entre los jóvenes