La georreferencia, una herramienta clave en la elaboración de políticas públicas de seguridad
El GPS es utilizado para controlar a las fuerzas, pero también para alertar desde dónde se realiza una llamada y agilizar los tiempos de respuesta. También están quienes usan la geolocalización para hacer mapas del delito y planificar medidas preventivas.
La tecnología avanza con prisa y sin pausa. El GPS se usa hasta para hacer un viaje corto a un destino conocido. Está incorporado a la vida cotidiana de manera incuestionable. También, es una herramienta capaz de ayudar a la elaboración de políticas públicas en materia de seguridad. ¿En qué puede aplicarse? ¿Cuánto se tiene en cuenta?
“La geolocalización de móviles y personal permite organizar el despliegue según la división del espacio, controlar que el personal esté donde se lo desplegó”, aporta la ex ministra de Seguridad Sabina Frederic a El Auditor.info.
“La tendencia, por mi experiencia, es a ampliar la cantidad de personal geolocalizado. Las fuerzas federales no usan celulares para eso, sino handies con sistema de comunicación encriptado, que son muy costosos. Como se mueven en grupo, no tiene sentido más que uno que permita ubicarlos”, precisa Frederic.
Es común que los patrulleros puedan ser rastreados también a partir de un sistema satelital que llevan incorporado. “Tienen que cumplir zonas, aunque pueda haber diferencias en los esquemas puntuales de las comisarías. En general, se le asigna al jefe un radio de patrullaje, un punto de control en la ruta, por ejemplo, y lo que se hace con ese sistema es controlar el cumplimiento de esa orden. Pero no se hace solo con geolocalización, sino también con presencia del jefe”, afirma.
Otro caso donde cobra un valor fundamental es si se presenta alguna situación que lleva a que un efectivo deba moverse porque se presenta una persecución. Así, se puede brindar apoyo de manera más certera.
“Muchas veces, esta herramienta permite una respuesta a la llamada, que puede ser de cualquier tipo. Defensa Civil, Bomberos, Policía, todos ya tienen los dispositivos. Se puede monitorear mejor las rutas para llegar a dar respuesta ante una emergencia”, plantea Adrián Iulita, licenciado en Geografía y coordinador de la Licenciatura en Sistemas de Información Geográfica en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF).
En determinadas zonas, cuando se realiza un llamado al 911, se geolocaliza el punto desde donde se realiza la comunicación. Eso da la posibilidad de “agilizar la respuesta, pero también es una forma de controlar que la persona que llama lo hace desde donde dice”, suma Frederic.
De todas formas, Iulita advierte que la georreferencia “también sirve en términos de estadística y con determinados eventos se pueden prever áreas que son objeto de hurtos o vandalismo”. Es lo que suele llamarse mapa del delito.
“Si hablamos de las policías provinciales, que son las que tienen despliegue permanente en determinadas jurisdicciones y en divisiones de esas jurisdicciones, se construye mapa del delito y deberían moverse en ese sentido”, materializa Frederic. Y aclara: “Lo estratégico es distribuir a las fuerzas aleatoriamente”.
Iulita cuenta que también se avanzó mucha en la implementación de fotografías aéreas. “Hay muchos municipios que tienen bien desarrolladas las áreas y trabajan con monitoreo conjunto. Hacen mapas no solo de ocurrencia de hechos delictivos, sino de segunda o tercera generación: conocer cómo evoluciona el delito mediante mapas de calor. Incluso se puede desarrollar infraestructura mínima que sirve para disuadir y es efectiva”, agrega.
“Hoy, por esa conjunción entre sistemas de información y drones puede estar más acotado lo que antes requería despliegues enorme de aparatos de seguridad. Estamos en un momento muy interesante que incluye a muchas áreas”, concluye.
Mapa del delito en la Ciudad de Buenos Aires
Recientemente, la Ciudad de Buenos Aires realizó la presentación anual del Mapa del Delito, tal como lo establece la Ley Nº 5.688, sancionada en 2016. Es parte del Sistema Integral de Seguridad Pública porteño.
Según los datos, en 2024 se registró la menor cantidad de homicidios de los últimos 30 años en la Ciudad de Buenos Aires. La disminución respecto de 2023 es de un 14%. Los robos, en tanto, subieron un 5%, así como la cantidad de detenciones (se incrementaron un 13%).
Febrero fue el mes de 2024 con más robos totales (6.373), de los cuales la mayoría (918) ocurrió en el barrio de Palermo (543). Si el dato se filtra por comuna, la 1 (conformada por Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución) encabeza el ranking con 918 hechos.
La mayor cantidad de homicidios ocurrió en marzo (13) . De ese total, 3 ocurrieron en Villa Lugano. Según las mismas estadísticas, en todo el año pasado hubo 110 víctimas fatales por siniestros viales, y abril fue el mes con más episodios: 16, de los cuales la mitad ocurrió en el barrio de Saavedra.