Nada se podría agregar al contundente e inesperado éxito que tuvo la convocatoria, replicada en los principales medios del país y del mundo. Sin embargo, su mayor valor está dado principalmente en la ampliación del nivel de conciencia sobre la violencia de género y sobre los diferentes mecanismos sociales para su prevención. 

El gran desafío es ahora velar porque esta gran conquista de la sociedad se sostenga más allá de la espontaneidad y la contingencia, y que no se borre con el codo lo que se escribe con la mano. Que no quede acá, que el compromiso que asumieron distintos sectores de la sociedad saliendo a las calles, se sostenga cada día, fue el pedido de Susana Trimarco, incansable luchadora contra la trata de personas, madre deMarita Verón, desaparecida hace 13 años. Durante todo este tiempo,Trimarco ha dedicado su vida a liberar mujeres cautivas y a visibilizar esta problemática con el objetivo de ampliar la conciencia sobre el tema: Hablar devida es aplicar políticas públicas contra las violencias, afirma.

En este sentido, las concentraciones por el #NiunaMenos de la semana pasada, que han sido motivo de orgullo nacional y material constante para el análisis y la difusión de los problemas que acarrean las diferentes modalidades de la violencia de género, deberían tomarse con un punto de partida, principalmente para los medios de comunicación que se han mostrados sensibles con el tema pero que muchas veces son también quienes reproducen lo peor de la arraigada cultura machista. 

Para ampliar los horizontes sobre el problema de la violencia de género hace falta algo más que visibilizar la cuestión, algo desde ya importante pero insuficiente. Hay que aprovechar el entusiasmo cívico para educar y para trabajar día a día en la concientización y la prevención, y, por supuesto, en la atención y contención de las víctimas. Las escuelas deberían recoger esta problemática no como un mero gesto voluntarista sino como principio fundamental para la erradicación no sólo de los femicidios, que serían las consecuencias, sino de las causantes como pueden ser el machismo, la discriminación y la violencia en sus diferentes rostros.

#NiunaMenos ha dejado una gran enseñanza. Ha explicitado de manera contundente el inequívoco mensaje de que el problema de la violencia de género no es un problema individual sino, a las claras, un problema social. Mucho les deberá la sociedad a esas mujeres comprometidas desde sus propias experiencias, o desde su militancia feminista, quienes con su trabajo constante han conseguido poner luz sobre el problema y sumar a su paso a una inmensa cantidad de personalidades de la cultura, el deporte, la política, organizaciones sociales, quienes contribuyen a darle una mayor visivilización al problema. 

La masividad lograda no debería ser en ningún caso motivo de disputa entre especialistas y precursoras, sino más bien una muestra de la madurez que puede alcanzar una sociedad cuando logra asimilar los problemasparticulares como propios.

Uno de esos problemas es el cumplimiento de las leyes promulgadas por el Congreso, cuya implementación parece caer en saco roto, a veces por fallas en la reglamentación, a veces por incapacidad manifiesta de quienes deben impartir justicia dentro de todo el territorio nacional y, en buena parte de los casos, por la desatención de las víctimas por parte de las fuerzas de seguridad. También aquí se debería dar un arduo trabajo de concientización, para que cuando una víctima se presente ante una comisariaa realizar una denuncia no se encuentre con una barrera infranqueable, sino con un espacio de contención y seguridad.

Esto no hubiera sido posible si no hubiera una madurez previa de la sociedad producto de un trabajo de concientización de años. Estábamos en la calle hombres y mujeres, esto nos habla ya de una sociedad diferente, de una sociedad que se propone superarse, comentó la subsecretaria de la Unidad de Coordinación Nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, Victoria Montenegro. La funcionaria habló también de batalla cultural contra el machismo y remarcó la necesidad de seguir redoblando esfuerzos.

El gobierno nacional creó la Unidad de Registro, Sistematización y Seguimiento de femicidios y de homicidios agravados por el género, que depende de la Secretaría de Derechos Humanos. El objetivo de este ente es recoger datos cuantitativos, para la elaboración de estadísticas oficiales, y datos cualitativos, que permitirán ver las respuestas de los organismos nacionales, provinciales y municipales frente a casos particulares, así como también permitirán analizar el comportamiento de jueces y fiscales frente a los casos denunciados. Esteregistro es parte de las obligaciones contraídas por el Estado para cumplir con la ley 26.485 -vigente desde 2009-para sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Sin embargo, la sociedad necesita aún más herramientas, necesita ampliar el debate para seguir produciendo la transformación cultural necesaria para prevenir este tipo dedelitos, que violan los derechos humanos. #NiunaMenos ha sido un paso glorioso y festejable en este camino, más importante aún, retomando las palabras de Trimarco, es que el problema de la violencia de género y los femicidios no se agote ahí.