A 20 años de la reforma constitucional de 1994, en el Anexo C de la Cámara de Diputados de la Nación se realizó, el último jueves, una Jornada de Homenaje y Análisis Crítico. El encuentro contó con un panel de Organización del Poder y Órganos de Control, con la participación Leandro Despouy, Presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN), entre otros funcionarios y ex integrantes del máximo organismo de control del país.

Durante su discurso, Despouy destacó como muy importante la reforma y recordó en el contexto que se produjo. Alfonsín creía que había que mejorar la constitución e introdujo reflexiones entre las cuales estaba el mecanismo de control y, en particular, la Auditoría. Ese es el origen de la fisionomía que finalmente tuvo el artículo 85.

De todos modos, el titular de la AGN mencionó que en el año de la reforma, el organismo se encontró con otra realidad. El Congreso había sancionado la Ley 24.156, que tenía avances pero dos dificultades muy grandes, sostuvo y posteriormente detalló: Por un lado, a la AGN le fueron amputados los poderes para poder ser querellante. Le mojó la pólvora. La otra cuestión es la matriz de construcción del colegio de auditores que tiene mayoría oficialista. 

La ventaja importante de la constitución es que establece una sola figura constitucional que es la AGN y un solo encargado de dirigirla que es el Presidente. Sin embargo, la permanencia de la Ley y la subsistencia del colegio como entidad principal de las decisiones, ha hecho que se cree una gran conflictividad institucional permanente, continuó el titular del organismo.

En ese sentido, Despouy ejemplificó la situación con la aprobación de los estados contables de la ANSES: La mayoría oficialista impuso un dictamen favorable, pero sabemos que es la gestión más oscura, donde más que nunca se comprometió la sustentabilidad del sistema. Esto muestra la necesidad de la reglamentación del artículo 85 y que la oposición tenga la conducción real del organismo, no solamente para el manejo institucional, sino para la para la aprobación de los informes, pidió.

Por otro lado, Despouy se refirió al presupuesto, al cual consideró como un importante arma electoral. El presupuesto es un premio a las afinidades políticas y de castigo a las diferencias políticas. Cambian radicalmente con los procesos electorales en las provincias. Hay que frenar las transferencias unilaterales, afirmó y de ese modo solicitó una vez más que el parlamento asuma su rol de control. Deben examinar nuestros informes y hacer leyes en consecuencia, exigió.

Para finalizar, el Presidente de la AGN, analizó la problemática del control respecto a todo el espectro de los organismos verificadores ya que todos son mecanismos para vivir en una democracia republicana.

No es casual que hoy la Oficina Anticorrupción esté amordazada, que la SIGEN opere y realice informes clandestinos. La Fiscalía de Investigaciones Administrativas no impulsa nunca una acción legal y no tenemos Defensor del Pueblo. Eso explica porque la AGN, como único sobreviviente tiene tanta notoriedad pública, concluyó.