En el Frente para la Victoria los objetivos son más que claros. Los kirchneristas deberán apuntalar su juego en los distritos más importantes donde no los acompañaron los resultados, pero sin dejar de profundizar en aquellos donde los estos fueron favorables pero que de cara a las elecciones definitivas se pueden todavía mejorar, algo que sin bien no tendría un gran impacto en el recuento final bien puede ayudarlos a estirar la brecha que los separa de las otras fuerzas.

Es en este sentido que se comprende la fuerte apuesta que el Frente para la Victoria viene realizando con el involucramiento directo en la campaña de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en todo el territorio nacional. El apoyo recibido por la mandataria de parte de varios gobernadores que acompañan el Proyecto Nacional y Popular se verá con más claridad cuando desde el próximo lunes se reúna el Consejo Nacional Justicialista. Entre los gobernadores, encabezará Daniel Scioli (Buenos Aires), segundado por Jorge Capitanich (Chaco) y Sergio Urribarri (Entre Ríos). La idea, en principio, es que los gobernantes junto a los diputados nacionales, funcionarios del Gobierno y candidatos en estas elecciones intermedias elaboren un documento de apoyo al Frente para la Victoria. La apuesta está hecha sobre la territorialidad, que es hoy el pilar más sólido del kirchnerismo a nivel nacional.

En la ciudad de Buenos Aires, un distrito a las claras adverso, el FpV apuesta a obtener al menos un senador por la minoría, que sería Daniel Filmus, y para ello apuntaló su lista de legisladores con la presencia deJorge Taiana, que sale a la cancha para darle más fuerza a Juan Cabandié.

Un interrogante se abre en torno a la provincia de Córdoba, sacudida tras las PASO por el escándalo de los narco policías que salpica al gobernador José Manuel de la Sota y a varios funcionarios de primera plana. Tanto en la provincia mediterránea como en Mendoza y en Santa Fe, donde el FPV obtuvo resultados adversos, el objetivo será más modesto: mejorar los resultados anteriores atrayendo el voto de aquellos indecisos que optaron por afuera del kirchnerismo.

La segunda fuerza en porcentaje de votos que arrojaron las PASO, el Frente Renovador de Sergio Massa seguirá apostando a su discurso que tan buenos resultados le dio: la inseguridad y la inflación, dos puntos débiles del oficialismo que, sin embargo, logró cerrar otro de sus flancos vulnerables al reformular el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias que, aunque tarde, terminó siendo un primer gesto importante del Gobiernotras el golpe recibido en las Primarias. Para el Frente Renovador estará también el juego su proyección nacional de cara al 2015, ahí la competencia no será precisamente con el Gobierno, con el que por otra parte no cree conveniente confrontar, sino con el PRO de Mauricio Macri, cuya candidatura a las presidenciales separa aguas con el intendente de Tigre.

En el PRO se instaló la idea de utilizar estas elecciones como base para el lanzamiento de la candidatura presidencial de Macri. La idea es pegar primeros en la carrera para instalar un candidato presidenciable, y medir qué es lo que pasa. La estrategia responde al muy buen posicionamiento que alcanzó Massa en las PASO, algo que preocupa y mucho a Horacio Rodríguez Larreta, el hacedor y jefe de campaña del PRO. La candidata a senadora Gabriela Michetti fue muy clara en este sentido. Mauricio quiere ser el presidente de la nueva etapa que debe enfrentar el país (Página 12; 22/9). Pero si bien con un ojo deberá atender esta cuestión, con el otro el PRO atenderá lo que finalmente ocurra con ahora su principal escollo: la fuerza UNEN, que encabezan Lilita Carrió y Pino Soladas, y que en las Primarias, con todos sus sublemassumados, lograron imponerse nada menos que en la Ciudad, es decir el feudo del macrismo. Los cañones del PRO han comenzado a disparar contra Carrió. No caben dudas de que la cuestión de la buena gestión del PRO y la proximidad con los vecinos -caballito de batalla en la campaña de las PASO-, se correrá a un segundo plano.

El desafío de UNEN es, sin dudas, atraer a los votantes de las otras listas que compusieron el frente interno. Y no será una tarea fácil. En principio hay acuerdo entre los ganadores y perdedores de la interna para realizar una campaña conjunta. En UNEN apuestan a una campaña centrada en la política nacional. La lectura que hacen es que poner el foco en la Ciudad los desdibujaría como alternativa política nacional para el 2015, expectativa que se alimentó a partir del inesperado 35 por ciento que la fuerza obtuvo en la Ciudad de Buenos. 

El mismo camino tomarán Margarita Stolbizer y Ricardo  Alfonsín en la provincia de Buenos Aires. También ellos apostarán a instalarse como alternativa política pensando en las presidenciales y no debería extrañar que orienten este último tramo de campaña en esa dirección. Muy distinto es el panorama para la otra fuerza bonaerense Unidos por la Libertad y el Trabajo, del empresario Francisco De Narváez. La muy floja elección en las PASO le propinó un duro golpe y prácticamente lo sacó del eje de las discusiones y, además, le produjo una ruptura interna con el líder de la CGT opositora Hugo Moyano, quien evidenció su interés en jugar próximamente para el Frente Renovador de Massa, con quien desde hace un tiempo coquetea aquí y allá. De Narváez busca para este mese de campaña proselitista debatir con Massa, ya que apunta a recuperar los votantes que lo acompañaron en 2009 y que lo abandonaron en este 2013. En Buenos Aires es el que tiene el peor panorama.

Las otras fuerzas más pequeñas, como el Frente Amplio Progresista, de Claudio Lozano, o incluso el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), la apuesta será reforzar los ejes de su campaña en la PASO con el objetivo de sumar más votos y tratar de alcanzar algunas bancas en el Congreso y en las legislaturas provinciales.

Mientras se definen la posibilidad de que se concrete y los términos de un debate público entre los principales candidatos, otros actores que indirectamente podrían jugar un papel clave en estos días eligen mantenerse al margen. Tal es el caso de la Corte Suprema de Justicia, que luego de las audiencias públicas sobre la Ley de Medios debía pronunciarse por esos días pero, sin embargo, aprovechando distintas ausencias de sus componentes, decidió postergar su fallo definitivo para después delas elecciones. En los pasillos de Tribunales se especula con cierta paridad en la votación. El Máximo Tribunal ya echó por tierra el sueño de la reforma de la Justicia que impulsaba el Gobierno, que pretendía la participación ciudadana en la elección y composición del Consejo de la Magistratura; sin embargo se pronunció sobre la necesidad de acelerar los juicios penales y sobre que sean los propios jueces quienes trabajen ideas para concretar una reforma. Eso sí, todo esto quedará para después de las elecciones del 27 de octubre.

Este será un mes intenso y, más allá de que se puedan o no concretar los debates entre los distintos candidatos, algo a lo que algunos temen y otros se aferran con fruición, pero que podrían ser valiosos para una compresión de todo este proceso por parte de la ciudadanía, está claro que en esta recta final, a menos de 30 días de las elecciones, como en el andón pirulero, cada cualtiende su juego.

*Sociólogo y periodista.