En julio de 2016, el Gobierno, a través del Interventor de la Administración General de Puertos (AGP), Gonzalo Mórtola, adelantó que durante el primer trimestre de 2017 licitará la construcción de una nueva terminal de cruceros en el Puerto de Buenos Aires. La idea es que la nueva obra, que según informaron comenzará en 2019, sea exclusiva para los barcos de pasajeros y de esta manera generar el interés de los líderes globales del sector.

Casualidad, o no, durante la primera reunión del Colegio de Auditores de 2017, la AGN aprobó un informe realizado en el ámbito del Administración General de Puertos S.E. cuyo objeto fue verificar la gestión de la AGP en el control de la prestación por parte de las Terminales Río de la Plata S.A.

El informe, presentado por el Auditor General, Alejandro Nieva, revela que la Terminal Río de la Plata no se utiliza con la figura de concesión, sino con un permiso de uso. Ante una situación vinculada a atender la llegada de los cruceros se llamó a los interesados para una licitación pero se presentó uno solo y por eso se utiliza una figura provisoria y precaria que lamentablemente se renueva desde el año 1994, reveló Nieva.

En ese sentido, el Auditor agregó que el permiso de uso no es aplicable a la prestación de un servicio como es la atención de barcos con pasajeros y aseguró que la Administración General de Puertos se excedió en las facultades teniendo en cuenta que se trata un permiso de uso.

Sin embargo, fue Jesús Rodríguez quien aportó los datos más llamativos del informe al destacar la tasa de retorno interna del 45 % en dólares en un proyecto que no tiene metas ni parámetros de calidad.

De ese modo, Rodríguez aseguró que la empresa contratista en dos años recuperó la inversión. Esta circunstancia está en el podio del capitalismo de amigos, agregó el auditor y, teniendo en cuenta la futura licitación, concluyó: Es un hallazgo y una contribución que merece ser destacado.

Otras observaciones

Más allá de la irregularidad en la contratación, el Auditor Alejandro Nieva también señaló otras observaciones plasmadas en el reciente informe. Entre otras cosas, señaló que en la terminal de cruceros el Puerto de Buenos Aires no se cumplen con parámetros de seguridad internacionales.

La terminal no cumple con las condiciones edilicias necesarias y la operación simultanea de buques de carga y cruceros no resguarda la seguridad de las personas, describió Nieva y agregó que hay debilidades en el flujo de embarque y desembarque de pasajeros.