El Centro de Implementación de Políticas Publicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), participó a través de su Investigador asociado, Germán Lodola, de la publicación Cultura Política de la Democracia en Argentina y en las Américas, una encuesta realizada en 26 países del continente sobre participación ciudadana y educación, entre otras cosas.

Cultura Política de la Democracia en Argentina y en las Américas es una encuesta patrocinada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que pretender servir como instrumento para el diseño de políticas de diversa índole en todo el territorio de América Latina y el Caribe.

Del trabajo, que presenta siete tablas y 205 gráficos comparativos entre los países encuestados, participó German Lodola, Investigador asociado de CIPPEC y Profesor de la Universidad Torcuato Di Tella.

En diálogo con Gestionpublica.info, Lodola hizo un análisis general de nuestro país luego del trabajo: Aunque Argentina es uno de los países menos desiguales del continente, existen disparidades definidas por el género, la raza, el estatus urbano-rural y la clase social.

Uno de los ítems que estudia la encuesta es la participación ciudadana en política. Según Lodola la Argentina tiene uno de los niveles más altos de participación electoral del continente, pero el 65,4% de los argentinos tiene ‘poco’ o ‘ningún’ interés en la política.

Apenas el 27% de los argentinos afirma simpatizar con un partido político, detalló Lodola y  además agregó: El 39,8% de los argentinos dice que la falta de seguridad y la delincuencia es el mayor problema del país. Siguen la economía (35,5%), la política (6,1%) y los servicios básicos (5,3%).

En la tabla de los 26 países encuestados en materia de interés por la política Argentina se ubica duodécima, con el 36,7%. El país con mayor interés es Estados Unidos (72,1%) y el último puesto corresponde a Panamá (27,4%). 

En cuanto a la participación electoral y en comparación con los otros 25 países sondeados, Argentina se encuentra en el tercer lugar con el 88,7%. El gráfico número 30 de la publicación muestra que en Perú, donde el voto es obligatorio, el grado de participación es cercano al 91%. Paraguay, por su parte, es uno de los países de la región con menos compromiso por parte de sus ciudadanos a la hora de elegir sus representantes: 60%.

En el último tiempo el interés en la política ha decrecido en la mayoría de los países. Otro fenómeno es que la gente se siente cada vez menos identificada con un partido político. Sin embargo Argentina no es un país con un nivel bajo de creencia en la política. Hay un nivel de lectura de periódicos que es mayor que la media en la región y una gran asistencia a programas políticos en la televisión. En Argentina la política se vive con intensidad, observó Lodola.

Pero la participación en los comicios no es la única forma de introducción a la democracia que propone el Barómetro de las Américas y consultó sobre el involucramiento de diferentes grupos sociales en organizaciones comunitarias o de la sociedad civil. En esa faceta, nuestro país tiene un bajo porcentaje de participación (14,2%), ubicándose sólo por encima de Canadá (12,7%) y Uruguay (12,4%).

Analizando aún más detalladamente la participación de los argentinos en organizaciones civiles y políticas, se puede observar que el 22,3% de la personas lo hacen en grupos religiosos, mientras que sólo el 5% lo hace en juntas o comités de mejoras y el 4,5% en partidos o movimientos políticos.

Se pide que la ciudadanía participe más allá del voto, pero la misma gente cuando otro participa no lo ve como genuino, se piensa que son rentados y se critica. A nivel político la gente participa; a nivel social, no tanto, relativizó el Profesor de Di Tella.

Otro de los ejes que atraviesa el estudio patrocinado por USAID es la desigualdad en materia de educación y género, en relación con el nivel adquisitivo de las personas.

En ese sentido, la investigación demuestra que las personas con mayor nivel adquisitivo reciben casi cinco años más de educación que las personas más pobres. Por otro lado, se puede observar que los adultos de mayor edad tienen, por lo general, cuatro años menos de educación formal que los individuos de generaciones más jóvenes.

Por otro lado, se puede observar que el género no tiene gran incidencia sobre el nivel de educación. Sin embargo, tal cual explica el trabajo, una persona cuya madre no haya tenido ningún tipo de educación formal, recibe seis años de enseñanza, mientras que una persona cuya madre obtuvo un tipo de educación superior, tiene 14 años de formación.

Por último en cuanto al género, la encuesta presentada por CIPPEC en nuestro país sostiene que el ingreso personal en Argentina no está distribuido por igual entre hombres y mujeres y entre diferentes grupos sociales. Seis de cada diez mujeres ganan menos que su cónyuge.

Sobre ello, Lodola sostuvo: La mujer está mejor posicionada que años atrás, aún cuando la posición sigue siendo de exclusión. En Argentina hay algunas novedades respecto del resto de América Latina y tienen que ver, por ejemplo, con la Ley de servicio doméstico, que es un empleo que mayormente ocupan las mujeres, o las cuotas en las Legislaturas. Pero todo está dentro de un marco general, donde las mujeres siguen teniendo más problemas que los hombres en el mercado laboral, tienen peores empleos o peores salarios.