María Matilde Ollier indaga en la subjetividad de quienes participaron de esa historia y logra echar luz sobre un proceso poco explorado: el distanciamiento de la identidad política combativa y el abrazo de otra, ligada a los principios democráticos.

Esa nueva identidad emerge en tres planos: el privado, el público y el político. El primero coloca en el centro de la escena el universo de los afectos y la familia. Lo público, también se transforma en impulsor de los cambios. La dinámica política del país y la experiencia de las disidencias dentro de las organizaciones  armadas terminan de configurar ese momento de crisis y pasaje a otros valores e ideas.

La autora ofrece una pieza clave para entender el devenir ideológico de los ex militantes y el complejo escenario de las últimas décadas, así como también para abrir un debate necesario sobre los vínculos entre democracia y capitalismo.

Editorial Siglo veintiuno / 2009