Dos formas de aprender
El Grupo Ideas APOC organizó, la semana pasada, un encuentro al que denominó Hackeando la educación, hacia un cambio de paradigma en los sistemas educativos. La socióloga Inés Aguerrondo participó como expositora y se refirió al modelo educativo actual. Hay que cambiarlo completamente, no sirve, exclamó. Según dijo, el modelo tradicional tiene al individualismo como eje y plantea que hay una sola inteligencia, mientras que en el nuevo se aprende explorando y haciendo.
El martes 16 de junio se llevó adelante una charla organizada por el Grupo Ideas APOC en el auditorio de la galería Pasaje 17. Bajo el titulo Hackeando la educación: hacia un cambio de paradigma en los sistemas educativos, la expositora Inés Aguerrondo, socióloga y consultora de organismos internacionales, se refirió, entre otros temas, al modelo educativo actual.
El encuentro comenzó con la presentación de la mano de Juan José Tufaro quien abrió la jornada y le cedió la palabra a Inés Aguerrondo, también investigadora y especialista en políticas educativas, quien explicó el significado del título: hackear significa entrar a un espacio que no quiere ser invadido y, además, también significa encontrarle los límites para poder hacer esta apertura.
La escuela que tenemos
Aguerrondo prosiguió explicando el paradigma actual que rige los sistemas educativos en Latinoamérica y especialmente en Argentina. La escuela que tenemos es un mecanismo que inventó la modernidad para poder distribuir el conocimiento de la época. Este conocimiento era (y sigue siendo) el conocimiento científico. Esta fue una tarea titánica que se desarrolló en los últimos 200 años, detalló la especialista.
Pero luego de dos siglos, los modelos mentales cambiaron el conocimiento científico de reglas universales y permanentes, cambió. Hoy se piensa que el mundo es un sistema complejo en permanente movimiento de expansión, aseveró. Y este modelo de conocimiento nuevo, que no entra en el sistema educativo, según Aguerrondo, es el modelo de conocimiento válido en nuestras sociedades que permite que los avances técnicos funcionen y se entiendan. Sin embargo, en la escuela se sigue repitiendo el modelo tradicional.
Modelo tradicional modelo nuevo
El modelo de educación tradicional sostiene que el mundo está regido por regularidades, pensamiento lineal o simple, que asegura que a una causa le corresponde un efecto. Siguiendo este modelo, se aprende solo en la niñez, imitando y escuchando. El individualismo es uno de los ejes de este sistema: se trabaja solo, tanto profesores como educadores y estudiantes. Hay una sola inteligencia. Se enseña con un método único, que es el método del convenio escrito en 1536. Se aprende estando presente y quien enseña es el maestro aplicando una enseñanza rígida con clases y escuela.
Muy distinto es el modelo nuevo que describió Aguerrondo, ya que se enseña a aprender a lo largo de toda la vida y se aprende explorando y haciendo. Se trabaja en dialogo cooperativo y aseguran que existen múltiples inteligencias. Se aprende gracias a experiencias organizadas y que el papel del docente es facilitar el aprendizaje del otro a través de la formulación de experiencias. Se puede aprender a distancia. Hay flexibilidad ante las nuevas necesidades y no se limita a determinadas edades sino a entornos de aprendizaje diferentes, durante toda la vida. Se basa en el pensamiento sistémico, el cual a una causa le pueden corresponder varios efectos.
En el modelo tradicional el objetivo era hacer teoría. En este modelo actual el objetivo fundamental es resolver problemas, remató la socióloga.
Lo que hay no sirve
La especialista explicó que el modelo actual no sirve, hay que cambiarlo completamente, afirmó. Además, detalló dos grandes indicadores que señalan que hay que cambiar el paradigma completamente. Uno de los indicadores es el malestar de los docentes que marca la disconformidad por dentro con el sistema educativo y el otro indicador es el aburrimiento de los estudiantes.
El cambio que hay que enfrentar es brutal, es un cambio de paradigma, expresó Aguerrondo. Esto implica cambiar todo, como se enseña, como se aprende, los espacios, afirmó. Este nuevo paradigma ya está funcionando, según Inés, en nuestra vida cotidiana. Pero para llevar adelante este cambio, tenemos dos problemas, uno de ellos es que copiamos los modelos del primer mundo sin pasarlos primero por nuestros filtros, cuando necesitamos propuestas elaboradas que tengan que ver con nuestra realidad.
El otro, es que sabemos que hay que hacer pero no como hacerlo. Nuestros Estados son incapaces de hacer procesos de reformas completos, exclamó la especialista en políticas educativas. Por último, recordó que las políticas de centralización no colaboran con la práctica de tener en cuenta las especificidades de cada región, por lo que el cambio tiene que ser a nuestra medida.