De visita en los estudios de Radiomano.com, el Auditor Federal de Control Externo del Tribunal de Cuentas de Brasil, Henrique Ziller, habló en exclusiva con Gestiónpublica.info. Preocupado por la divulgación de los informes de los organismos de control, el funcionario de la Unión remarcó que hay una percepción muy buena por parte de la población acerca de la labor del Tribunal. Sin embargo, consideró que a pesar de contar con una ley de acceso a la información pública, hecho que le permite al ciudadano acceder a todas los datos de gobierno, el común de la gente no comprende lo que se difunde.

Todo el mundo sabe que es positivo que los ciudadanos controlen la plata pública. Pero los organismos de control no tienen una política bien diseñada para trabajar en conjunto con la ciudadanía, destacó Ziller.

¿A qué se refiere con esto?

Los organismos de control quieren que los ciudadanos se adapten a su forma de trabajar y en realidad cada quien adopta formas es totalmente diferentes. La gente sabe qué hace el Tribunal de Cuentas de la Unión. Pero al ciudadano le interesan cosas más puntuales como el funcionamiento de una unidad de salud, si falta un medico por ejemplo.

¿Qué respuesta da el Tribunal ante esta demanda?

El Tribunal plantea que estos temas son demasiados pequeños como para hacer una auditoria o contratar una fiscalización. El control público tiene que enfocarse en cómo atender las necesidades reales y concretas de la gente. La construcción de una arena deportiva no hace ninguna diferencia en la vida de los ciudadanos. Pero si no hay un profesor en una escuela es muy importante. En este sentido, es preciso encontrar la manera de atender las necesidades de los ciudadanos.

¿El Tribual de Cuentas publica los informes en su página web?

Si, aunque no en su totalidad. Hay un reglamento que establece que los informes no estén en la página del Tribunal sino un resumen de estos. Pero se lo puede pedir. Una vez que fueron aprobados están disponibles para la población en general.

¿Se puede pedir haciendo uso del la ley de acceso a la información?

Se pueden pedir, pero no hay un informe que centralice todas las sesiones del tribunal. Necesitamos que esto esté disponible. Además, a pesar de contar con una ley de acceso a la información, hecho que le permite al ciudadano acceder a todas los datos de gobierno, el común de la gente no comprende lo que se difunde.

¿Desde el Tribunal realizan algún seguimiento para saber si los organismos auditados cumplen con las recomendaciones señaladas por los auditores?

Adoptamos una forma de trabajar que es el monitoreo de acciones. El Tribunal de Cuentas de Brasil realiza diversas determinaciones a los órganos auditados del Ejecutivo, los cuales tienen la obligación de atender. Luego realizamos el monitoreo de las decisiones para verificar si se cumplieron.

De las auditorías realizadas en el último tiempo por el Tribunal, ¿cuál destaca como más relevante?

En Brasil hay unas auditorias muy interesantes llamadas operacionales. Casualmente ahora estamos trabajando en las unidades de conservación ambiental del Amazonas. Es un trabajo que está enfocando para ver cómo se gestionan estas áreas. Los resultados serán informados en la próxima semana. Otra auditoria gira en torno a indagar la responsabilidad de las provincias en materia de educación. Por último, un tema que está en la prensa tiene que ver con los miles de millones de dólares destinados para gastos de la copa del mundo y los juegos olímpicos.

A cinco meses de las grandes movilizaciones que tuvieron lugar en diferentes puntos de Brasil, y cuyo desencadenante fue el aumento de 20 centavos de Real en el transporte público de Sao Paul, ¿qué lectura puede hacer hoy de estos hechos?

Todas la encuetas que se hicieron mostraron que el principal problema que hay en Brasil es la corrupción. Se le preguntó a la gente por qué se manifestaba y el 30 por ciento de la clase media dijo que por la corrupción. Este tema es una cuestión central para toda la población. Ya no tenemos más las grandes manifestaciones, pero todos los días hay pequeñas protestas en muchas ciudades de Brasil. Estimo que durante la copa del mundo se vayan a repetir este tipo de movilizaciones. Por otra parte, había una preocupación puntual y una necesidad de diálogo con la población en aquel momento. Pero una cosa interesante es que no había líderes por lo que el gobierno no tuvo con quién negociar.