Humedad, desprendimientos, instalaciones muy precarias y acumulación de objetos en desuso que generan riesgos. Este es el escenario con el que se encontró la Auditoria General de la Ciudad de  Buenos (AGCBA), en el año 2012, al visitar el Centro de Jubilados y Pensionados El Fortín de Villa Ortuzar, ubicado en  Estomba 294. A estas fallas edilicias, se suman desniveles sin señalizar en el patio cubierto y la galería del establecimiento y la falta de teléfono fijo y de computadoras, hecho que dificulta la sistematización y el registro digital de información.

El cuadro de situación se repite en el centro La Nueva Esperanza de Villa Soldati, con sede en la calle Culpina 3476. Allí los auditores pudieron observar manchas de humedad, instalaciones precarias y grietas que generan desprendimiento de fachadas.

Esta información se refleja en un informe que aprobó la AGCBA en diciembre del año pasado (difundido recientemente por Elauditor.info) que analiza el Programa de Atención en Hogares de Día, correspondiente a la Subsecretaría de la Tercera Edad y que funciona bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social. Los técnicos advirtieron que en la gran mayoría de los centros visitados es preciso realizar mejoras y adecuaciones para cumplir con lo previsto en el Código de Edificación de la Ciudad.

En diálogo con Gestionpublica.info, el gerontólogo y jefe del área de Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires, Eugenio Semino, confirmó que si bien algunos problemas puntuales del Programa de Atención en Hogares de Día fueron resueltos, varias obras aun están pendientes.

Además, el informe sostiene que en todos los Centros la calefacción se realiza con estufas o pantallas infrarrojas, sin ventilación al exterior, hecho que, combinado con la deficiente ventilación natural y el tiempo de permanencia en dichos ambientes, puede generar que la calidad del aire no sea la adecuada, y esto provocar un problema en la salud tanto en los adultos mayores como en el personal.

Por otro lado, el organismo de control reveló que ninguno de los centros cuenta con planes de evacuación y tampoco se han realizado simulacros ni capacitación alguna a este respecto. Los auditores fueron contundentes en sus conclusiones. Según quedó asentado en el informe, en los Centros de Día relevados pudo notarse la ausencia de algunos recursos necesarios para desarrollar una mejor gestión.

Si bien el Programa de Atención en Hogares de Día tiene la obligación de ofrecer desayunos, almuerzos y cenas, la Auditoría porteña cuestionó que en todos los centros se verificaron deficiencias y un inadecuado almacenamiento de alimentos no perecederos. Además, en la mitad de las instituciones visitadas los técnicos hicieron notar incumplimientos en los menús, los gramajes y los aportes de nutrientes. En los tres casos las medias que sirven en los centros son menores a las establecidas en la normativa vigente.

Desde la Defensoría del Pueblo notificaron a la AGCBA las deficiencias del programa que fueron manifestadas a través del canal de reclamos. Nosotros actuamos sobre las denuncias que nos llegan y, a partir de ellas, le dimos intervención a la auditoria para hacer las constataciones, contó el titular del organismo de control.

Eugenio Semino estaba a cargo de la Dirección de Discapacidad y Tercera Edad de la ex municipalidad de la ciudad de Buenos Aires en 1988 y fue quien propuso implementar el Programa de Hogares De Día. Hasta ese momento solo existía la internación geriátrica. Lo que pretendía con esta medida era abrir un nivel de cobertura sobre todo para adultos mayores de clase media sin contención familiar, detalló el especialista.

El jefe del área de Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo porteña, calificó como escazas las políticas públicas orientadas a la tercera edad del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires e indicó que estas no difieren demasiado de la situación en el resto del país. Debieron conformarse programas, interactuar aéreas nacionales y distritales, cosa que no sucede, completó y exclamó: Necesitamos políticas activas y que exista un sistema político institucional que dé respuesta. En general, aun en campaña electoral, los temas relacionados con los adultos mayores están ausentes.