El Congreso Nacional cerró su ejercicio de 2011 con una cifra resonante: 432 informes de la Auditoría General de la Nación (AGN) aún continúan sin su debido tratamiento. La Constitución Nacional asigna dos roles principales a los diputados nacionales: por un lado, legislar y por el otro, emprender el control externo de la administración pública, para lo cual la AGN funciona como brazo técnico.

El ex diputado Heriberto Martínez Oddone (UCR), quien concluyó el año pasado la titularidad de la Comisión Mixta Revisora de Cuentas, habló con gestionpublica.info y dijo: Los legisladores tienen muy internalizada la actividad de legislar pero creo que hay un problema estructural, no sólo de voluntad política, en el Congreso en relación al control.

Martínez Oddone recalcó que entre el Senado y Diputados hay 70 comisiones permanentes de asesoramiento a la legislación, pero para el control hay sólo una. Expresó, además, que las órdenes del día de la Comisión Mixta no caducan, por lo que esos más de 400 informes quedaran in eternum hasta que los traten ya que no son prioridad a la hora del trabajo de la voz parlamentaria. En este sentido, reprochó: esto termina desnaturalizando el rol del Congreso.

Según el ex diputado, no tiene sentido seguir demorando estos pedidos de informes porque el 80% están aprobados por unanimidad. Martínez Oddone recordó que ya aprobaron 35 informes con la condición que no hicieran uso de la palabra: Teníamos que aprobarlos en silencio, algo absurdo. ¿Dónde se ha visto que primero se vote y después se haga el discurso de fundamentación?, se quejó.

En dialogo con los medios, el presidente de la AGN, Leandro Despouy, aclaró: "A pesar de nuestro esmero en elaborar los informes, el problema sigue siendo del Parlamento, que se convirtió en un cuello de botella al no tratarlos en el recinto. Desvirtúa, así, el papel de control que debe ejercer por mandato de la Constitución nacional".

Esto es incongruente: que los documentos producidos desde el órgano por excelencia del control tenga que pasar por ambos recintos, cuando un simple pedido de informe de un legislador no amerita ser tratado en las dos cámaras, insistió Martínez Oddone. También, explicó que es común que un pedido de informe de una de las comisiones de legislación pase directamente a la presidencia de la cámara para que esta lo envíe al área del Ejecutivo correspondiente, criticó.

Otro tema que mencionó el ex diputado radical refiere a que las órdenes del día de la Comisión Mixta Revisora de Cuentas no sean automáticas. Habría que modificar el reglamento de la Cámara para que establezca que cuando llegue un informe de la mixta automáticamente se incorpore a la próxima sesión ordinaria, propuso y añadió: Esto permitiría no depender de los acuerdos del parlamento porque el control no puede ser objeto de negociaciones.

El ex titular de la Comisión Mixta reconoce que genera temor en la administración pública la implicancia de todas estas auditorías. Se creen que son temas espinosos que van a traer consecuencias a algunos funcionarios. Y no es así. Son informes que analizan una situación, que dan un parecer sobre un análisis técnico, destacó Martínez Oddone y añadió: Sería muy enriquecedor que los legisladores tomen conocimiento.

La historia de la Comisión

La Comisión Mixta Revisora de Cuentas fue creada en 1878. En la actualidad, está conformada por seis senadores y seis diputados cuyos mandatos durarán hasta la próxima renovación de la Cámara a la que pertenezcan. La próxima titularidad deberá estar a cargo de un senador ya que se alternan las cámaras cada dos años. Dado que Heriberto Martínez Oddone concluyó en diciembre su mandato, será reemplazado por un oficialista. Desde el Congreso apuntan que quien ejercerá el puesto será el ex senador correntino Roberto Ríos (FPV).