Todas las naciones desarrolladas llegaron a serlo renegando de algunos de los principios básicos del liberalismo económico, en especial de la aplicación del libre comercio, y aplicando un fuerte proteccionismo económico, pero hoy aconsejan a los países en vía de desarrollo o subdesarrollados la aplicación estricta de una política económica ultraliberal y de libre comercio como camino del éxito.

El estudio de esos exitosos procesos de desarrollo permite afirmar que todos ellos tuvieron (más allá de las diferencias y particularidades de cada uno, producto de los enormes contrastes religiosos, culturales, geográficos y políticos que los separan) dos características básicas en común: fueron el resultado de una insubordinación fundante, es decir, de una conveniente conjugación de una actitud de insubordinación ideológica para con el pensamiento dominante, y de un eficaz impulso estatal que provoca la reacción en cadena de todos los recursos que se encuentran en potencia en el territorio de un Estado.

Desentrañar estas cuestiones es fundamental para la comprensión de las claves del fracaso y el éxito de las naciones en el devenir de la historia. Pero, sobre todo, dilucidar las causas de la crisis que atraviesa en particular la Unión Europea es un tema de primer orden? principalmente para los países de América del Sur? a fin de no repetir los errores que ha cometido Europa en su proceso de integración.