Hacia fines del siglo XIX, Argentina había perdido el 70% de sus bosques nativos. Con la sanción y su posterior reglamentación en el 2009, de la Ley 26.331 (conocida por todos como Ley de Bosques) la tendencia cambió. Si bien aún siguen existiendo denuncias de desmontes, funcionarios de la Dirección de Bosques de la Nación argumentan que la norma está en etapa de construcción.

En su primer artículo, la Ley establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para el enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos y de los servicios ambientales que éstos brindan a la sociedad. Asimismo, dispone un régimen de fomento y criterios para la distribución de fondos por los servicios ambientales que brindan los bosques nativos.

La actual Directora Nacional de Bosques, Inés Gómez, dialogó en exclusiva con Gestión Pública y consideró que aún no es tiempo de realizar un balance sobre el cumplimiento efectivo de la Ley. La sanción de una norma abre un espacio de trabajo de implementación que tiene sus dificultades y creo que podemos decir que la tendencia de la deforestación esta cambiando su pendiente, describió Gómez y a la vez advirtió: Estamos en etapa de construcción porque van tres años. Esto en una gestión es poco y siendo bosques no es nada.

Manuel Jaramillo, de la Fundación Vida Silvestre, coincide en que hay un antes y un después a partir de la sanción de la norma, pero que puede también atribuirse a otros factores. Nosotros realizamos un análisis entre 1989 y 2004 que determinó que el estado deforestación en ese momento era de unas 17 mil hectáreas por año. Actualmente, estamos terminando un estudio que abarca el periodo 2004 y 2010 y hay una reducción significativa del fenómeno, explicó. De todos modos, el especialista contempló que podría ser consecuencia de la prohibición de los desmontes o podría también vincularse con cuestiones macroeconómicas.

Por otro lado, Jaramillo no cree que se esté fortaleciendo la ayuda económica a las provincias con fines de preservación. La constitución del Fondo para la Conservación Nacional de los Bosques Nativos nunca se realizó (Ver aparte). Sólo hubo algunas partidas presupuestarias que la Secretaría de Ambiente entregó a las provincias, destacó.

El Fondo debería crearse por un fideicomiso generado por Nación y todos los años capitalizarse con el 0.3% del Presupuesto Nacional y el 2% de las retenciones a los productos agrícolas y forestales que salen del país. Para Jaramillo, la Ley lo establece, pero la implementación no está siendo efectiva.