Desde principios de año la laguna La Picasa está desbordada por las permanentes lluvias y el agua que baja de las provincias lindantes a la cordillera. Por precaución, cortaron el tránsito de la Ruta Nacional N° 7. Los problemas no son de hoy, vienen arrastrándose desde hace años, advertidos también en 2011 por la Auditoría General de la Nación (AGN): faltan obras, planes de manejo, análisis de impacto ambiental, evaluación integral y presupuesto.

La cuenca de la laguna abarca las provincias de Córdoba, Santa Fé y Buenos Aires con unos 5.500 Km. Alrededor de 100.000 habitantes viven en las localidades lindantes: Rufino, Diego de Alvear y Aaron Castellano. La atraviesa la Ruta 7 por más de 60 kilómetros, los cuales se ven interrumpidos con las inundaciones que amenazan el tránsito internacional.

Patricio Fay, Concejal de Junín, habló con Gestionpublica.info y confirmó el estado de La Picasa: Hay miles de hectáreas inundadas en Junín y en toda la región noreste de la provincia de Buenos Aires. El desborde podría complicar la situación. El agua en la Ruta 7 está al borde, al mismo nivel de la ruta. La semana pasada se cortó el paso y aún no se habilita. El desvío es por las rutas 14, 8 y 33 que genera un incremento muy importante en la circulación vehicular. Mientras tanto, el sistema de bombeo de agua de la laguna está funcionando y enviando 8 metros cúbicos de agua por segundo a laguna de Mar Chiquita, agregó.

En 2011, la AGN analizó el estado de las obras en La Picasa y alertó sobre la ausencia de un diagnóstico integral previo de todo el territorio que permita determinar las áreas críticas, establecer prioridades y planificar la ejecución de obras. Según el informe del organismo de control, los convenios con las jurisdicciones competentes no se cumplieron, había demoras en 8 de 10 obras en ejecución. Además, faltaban estudios de impacto ambiental.

Hoy La Picasa sigue sufriendo la falta de obras y planificación a largo plazo. Es necesario avanzar en la solución definitiva de las obras pendientes desde el Rio Quinto hasta la desembocadura en la Bahía de San Borombón. Las obras inconclusas son las que provocan estas inundaciones que traen pérdidas millonarias y una merma en todo lo que es el circuito económico de toda esta región, explicó Fay.

Es difícil tomar decisiones con el agua al cuello, pero no hay que esperar hasta la próxima inundación para lamentarlo, alertó el concejal. Además, agregó que hoy solo queda esperar que el agua vaya drenando. Las lagunas están desbordadas, ríos y canales fuera de cauce. Hoy es poco lo que se puede hacer, simplemente esperar que deje de llover por un tiempo y que el agua se drene naturalmente, pero una vez que esto ocurra es necesario avanzar en las obras que faltan, insistió Fay.

Presupuesto

El informe de la AGN sobre el Fondo Hídrico de Infraestructura publicó los números destinados al Plan Federal de control de inundaciones. De $ 16.288 millones recaudados por el Fondo, solo $ 4.179 millones fueron destinados al Plan Federal y $6.326 millones para la realización de diversas obras en provincias y municipios.

Las obras del Plan Federal de Control de Inundaciones en la cuenca La Picasa se comenzaron sin que se hubieran cumplido los convenios provinciales respectivos (liberación de trazas); esto ocasionó demoras considerables y modificaciones de los proyectos ejecutivos. Se concluyeron sólo ocho de las diez obras objeto de esta auditoría y como se trata de un sistema interconectado, su funcionamiento queda afectado, señaló hace 6 años la AGN.

En cuanto al presupuesto, el Concejal Fay recordó el discurso de la gobernadora María Eugenia Vidal quien dijo que había una decisión política de destinar un presupuesto importante al avance de las obras. Esperemos que eso suceda y podamos terminar de una vez por todas con las inundaciones, concluyó.