El Diputado bonaerense por Cambiemos, Guillermo Castello, presentó un proyecto que busca poner en práctica la acción Quitam que recompensa a todo ciudadano que denuncie hechos de corrupción ante la Justicia. Si la causa avanza y el Estado recupera el dinero, el denunciante recibirá un porcentaje del monto.

No tiene que ver con la modernidad ni la tecnología. Es una acción que tiene por lo menos 200 años y se aplica en Estados Unidos, en Inglaterra y algún otro país de Europa, explicó Castello en diálogo con el programa Café Diario, de FM San Isidro y agregó que con este sistema, el año pasado Estados Unidos recuperó cinco mil millones de dólares.

El mecanismo plantea que cualquier ciudadano de la Provincia de Buenos Aires que conozca alguna persona que haya realizado un negocio irregular con el Estado, se presente ante el juzgado y haga la denuncia. Si aporta pruebas, la causa llega a un buen resultado y el Estado recupera lo robado por coimas o asociación ilícita, el accionante se lleva una recompensa que puede variar entre un 15 a un 25 %.

Es un doble incentivo, por un lado para la persona que denuncia y por otro para el Estado que puede recuperar, señaló Castello. La sociedad se tiene que involucrar con el tema de la lucha contra la corrupción, no hay que dejarlo solo en manos de la justicia, continuó.

En cuanto a la denuncia en sí, el proyecto plantea la posibilidad que sea bajo reserva de identidad. Si el denunciante así lo pide y en el juzgado o la fiscalía publican su nombre puede haber sanciones que llegan hasta el apartamiento de la causa, detalló Castello.

Una vez presentada la denuncia, el juzgado debe citar al Ministerio Público Fiscal y a la Fiscalía de Estado. Ellos pueden asumir la investigación o no. Si no lo hacen, el caso lo sigue el particular y de esta manera se le reconoce un poco más de recompensa porque los órganos del Estado no ayudaron, remarcó.

Planteamos un incentivo claro en lo económico pero a su vez me parece que en Argentina hay un clima de cambio, aseguró Castello y concluyó: Se están poniendo en juego otros valores y esto compromete a la sociedad y la convierte en fiscal en la lucha contra la corrupción.