Riachuelo: Solo relocalizaron 1.200 familias
Aún restan 18 mil. Lo confirmó Alfredo Alberti, presidente de la Asociación de Vecinos de la Boca al ser consultado por este medio sobre los avances del plan de viviendas que ordenó, ocho años atrás, la Corte Suprema de Justicia.
En 2008, la Corte Suprema de Justicia ordenó relocalizar a las familias que viven en Villa Inflamable sobre la Cuenca Riachuelo-Matanza. La orden surgió a raíz de los altos niveles de contaminación en el lugar. Hoy, a ocho años de dicho fallo, Gestionpublica.info pudo corroborar que solo se relocalizaron 1.200 familias de las 18.000 que aún habitan allí.
En diálogo con este medio, Alfredo Alberti, presidente de la Asociación de Vecinos de la Boca (cuerpo colegiado nombrado por la Corte Suprema de Justicia como los responsables de constatar que los cambios en la zona se lleven adelante), confirmó que el área es absolutamente sensible, no solamente desde el punto de vista ambiental sino también desde el punto de vista de seguridad nacional. Un accidente mínimo en las inmediaciones podría causar una tragedia impensable, exclamó.
La Villa Inflamable es un asentamiento que se encuentra en el Polo Petroquímico de Dock Sud, en la Cuenca Matanza-Riachuelo; al sur de la Ciudad de Buenos Aires. Está rodeada por más de 50 empresas que depositan y vuelcan sus desechos tóxicos en el río, contaminando el agua, el aire y la tierra. En 2004, un grupo de vecinos demandó en la Corte Suprema de Justicia al Estado Nacional y a 44 empresas por múltiples daños y enfermedades derivadas de la contaminación de la cuenca hídrica Matanza-Riachuelo, zona que abarca Capital federal y 11 partidos de la provincia.
En 2006 llegó la primera sentencia, la Corte exigió al Estado la presentación de un plan para limpiar el Riachuelo y recomponer el agua, el suelo y el aire. Dos años después dictó una sentencia donde ordenó la implementación de políticas públicas concretas y fijó plazos para realizarlas y sanciones en caso de incumplimiento, a cargo de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) y estableció el control sobre esta sentencia en manos del Defensor del Pueblo y de las ONGs intervinientes como Vecinos de la Boca.
En este dictamen del 2008 figuraba mudar a las familias que viven en Villa Inflamable. Pero, según Alberti, hoy en día solo 1.200 familias fueron mudadas. Además, destacó que todo el sur de la Ciudad de Buenos Aires está afectado por este foco de contaminación que es hoy el Riachuelo. La Corte Suprema hace rato no aparece, la última vez que hizo una convocatoria nos llamó a todos pero no hubo un pronunciamiento y eso ya fue hace tres años, agregó.
Contaminación
Según Alberti, los niveles de contaminación no solo se mantienen sino que se incrementan debido a la actividad de las empresas: Desde que existe ACUMAR, poco y nada se ha hecho en este tema. Es positivo todo lo que se hizo a nivel cosmético, todo lo visual. Toda la basura que flotaba en el Riachuelo, se barrió. En las costas y terraplenes hay césped y arbolitos y ya no se ven las montañas de basura. Pero por la contaminación industrial no se ha hecho nada, las empresas siguen volcando como siempre. Los parámetros con los cuales controlan a las empresas son tan altos que se vuelven demasiado permisivos.
Enfermedades
Las familias que viven en la zona contaminada sufren distintas enfermedades que, según el responsable de Vecinos de La Boca, van desde cáncer, enfermedades congénitas, malformaciones, abortos espontáneos y mortalidad infantil aguda. Además, no hay población de la tercera edad y los chicos mueren tempranamente. Hay enfermedades más simples como las alergias, broncopulmonares, las respiratorias o las intestinales.
Mientras los vecinos de Villa Inflamable esperan ser relocalizados, existe otra disputa en juego: la poca participación, casi nula, que los vecinos tienen en su propio traslado. No hay diálogo, no saben a dónde los van a llevar y lo peor es que las propiedades poseen un alto grado de precariedad, al punto de no tener gas, electricidad ni agua, o filtraciones, expresó Alfredo Alberti. No tienen en cuenta la parte social de la gente. Quienes vivían en un lugar, tienen una serie de vínculos sociales que sostienen sus relaciones diarias. Cambiándolos, pierden ese arraigo que tenían, y las relaciones sociales dejan de ser las mismas. Además, no los llevan a lugares ajenos a la contaminación, resaltó.