¿A dónde conducen los colectivos que tomamos rutinariamente para circular por la Ciudad? Una vez que los pasajeros descienden de las formaciones, ¿a dónde se dirigen esos trenes? ¿Cuál es el principio y el final de dichos recorridos? El escritor, guionista, actor y traductor inglés Daniel Tunnard no sólo se hizo estas preguntas, sino que las tomó como un desafío. Así fue que este año publicó Colectivaizeishon, el libro donde materializa su experiencia de haber realizado el trayecto completo de las 140 líneas de colectivos de Buenos Aires en tan sólo siete meses.    

Oriundo de Sheffield, Inglaterra, llegó a Argentina en 1999. Desde entonces, se ganó la vida como profesor de inglés, haciendo traducciones y presentándose en shows de stand up. En 2009, inspirado en el libro The Know-It-All del periodista A.J. Jacobs en el que cuenta con comicidad su vivencia de haber leído la Enciclopedia Británica entera en un año, Tunnard quiso llevar a cabo el proyecto de tomar todos los colectivos de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, no fue hasta 2011 que, con una mayor organización, encaró la travesía.

En ese momento hacía 10 años que vivía en Buenos Aires. Si bien había tomado muchos colectivos porque iba a domicilio a dar clases de inglés, también sentía que no conocía la parte sur de la Ciudad. Esta me pareció una buena forma de escribir y descubrir toda esa Buenos Aires de la que no tenía idea, comentó en una entrevista brindada a Análisis de la Gestión Pública.

Su desafío actual es ahora sobre rieles. Desde abril de este año, Tunnard se propuso viajar en todos los trenes del país para su próximo libro que estima que saldrá en 2015. Según cuenta, esta es una experiencia muy placentera ya que a pesar de la demora y las malas condiciones del viaje, nota que es un ambiente muy comunitario y amigable. Sus viajes ingleses por el transporte argentino reconstruyen mitos y ponen palabras cómicas a las escenas más cotidianas.

¿Qué te dejo la experiencia que transmitiste en Colectivaizeishon y la que estás emprendiendo ahora con los viajes en tren?

Una de las cosas más llamativas fue viajar por las villas de emergencia. Mirando los medios de comunicación, tenía la idea que las villas eran intransitables. Pero me di cuenta que había cinco líneas de colectivos que las atraviesan y que no era tan peligroso como me había imaginado. Hay gente trabajadora y chicos yendo al colegio. También refuerzo esta idea sobre la calidez de los argentinos. Es un país muy amiguero y muy familiero. Y no es tan inseguro en materia de delincuencia como se quiere mostrar. Uno acá habla de que ciertos barrios son peligrosos pero Inglaterra tiene lugares que jamás se me cruzaría pisar.

Los discursos del transporte hacen gran hincapié en el caos y en la profunda crisis del sistema. ¿Estás de acuerdo esta idea?

Creo que cualquier gran Ciudad tiene un cierto nivel de caos. Es inevitable. Se podría mejorar el sistema de transporte. Por ejemplo, el subte y los ferrocarriles. Me parece que los colectivos están bastante bien. Hay frecuencia de líneas, es accesible y bastante seguro.

¿Y los trenes?

Ahí si se nota el deterioro del servicio, la frecuencia y el estado de mantenimiento. No hace falta un investigador experto para darse cuenta de eso porque está bastante claro. También estamos viviendo una situación de tres décadas de abandono que no se puede revertir en un par de años.

Sin embargo, resaltas el aspecto romántico de viajar en tren. ¿Qué es lo que rescatas?

Para mí es una experiencia muy placentera, por más roto que esté. Me llamó la atención esto sobre todo en un viaje a Rosario que fue de nueve horas. La gente llevaba guitarras, mate y estaban todos charlando y cantando. Se vivía un ambiente muy comunitario y amigable. En los viajes de larga distancia no encontrás eso. Los micros son bastantes aburridos. Los trenes, en cambio, son más populares y se activa el sentido de comunidad en la gente.

¿Pudiste tomar la línea Sarmiento?

Aun no. Todo el mundo me pregunta cuándo voy a tomar el Sarmiento. Igual ya lo tomé en otro momento para ir a Castelar. Pero por ahora está pendiente. 

¿Coincidís con que es la línea más conflictiva?

Me parece que es un poco exagerado. La gente me dice que tengo que hacer un seguro de vida. Hubo dos accidentes en el lapso de un año. ¿Pero en 10 años cuántos accidentes fueron? Es mucho más peligroso viajar en auto. Hay ocho mil muertes en las rutas por año y nadie habla de eso.

¿En qué ramal se viaja mejor y cual peor?

Los mejores trenes son el Urquiza que sale de Federico Lacroze y el que va de Retiro a Villa Rosa (Belgrano Norte). Esos son de mejor calidad. Los tome en otro momento, y se viaja un poco mejor que en los otros pero  igual no estamos hablando de un lujo japonés.

¿Qué comparación podes hacer entre el transporte del área metropolitana de argentino y el inglés?

No se puede comparar porque vienen de dos situaciones diferentes en términos políticos y sociales. Generalmente la infraestructura en Europa está más avanzada pero eso no significa que no tenga sus problemas también o que los usuarios de los trenes y subtes se la pasen quejando.

¿Qué tipo de problemas hay?

Hay demoras y cancelaciones. Los ingleses nos comparamos con los alemanes, los suizos o los japoneses. Nosotros estamos medio atrás respecto a ellos. La experiencia del turista argentino que viaja a Londres de vacaciones y pasa una semana tomando el metro en horas no pico, tiene otro concepto de trasporte en Inglaterra. Si vivís allá te das cuenta de que no es tan perfecto.

Leyendo tus libros y tus declaraciones en los medios, da la sensación que viniste a desmitificar ciertos mitos en relación al trasporte argentino. ¿Estás de acuerdo con esto?

No sé si es tan así. Tampoco ese es mi propósito. Este es un modo para escribir comedia sobre cómo se vive en Argentina. c1