Desde que Daniel Angelici es Presidente de Boca Juniors tiene un anhelo que va más allá de la gloria deportiva: una nueva Bombonera. Todos los años, y más luego de la reelección en su cargo, el mandamás Xeneize lanzó todo tipo de encuesta y consulta pública entre los socios e hinchas del club buscando el consenso necesario para ampliar el estadio actual, o bien, construir uno nuevo.

En 2016, justo después de que los socios del club lo mantengan como Presidente, Daniel Angelici compró a través de una licitación un tanto polémica el terreno ubicado entre las calles Blanes, Espinoza, Palos y Almirante Brown. En total son 3,2 hectáreas.

Pero el proceso de licitación no pareció convencional. Solamente podían presentar pliegos organizaciones no lucrativas con 10 o más años de existencia en la Comuna 4, donde se encuentra el barrio de La Boca. Además, aquella entidad que deseaba comprar el predio debía tener al menos 500 integrantes y un patrimonio de por lo menos el 80% del valor del inmueble, que en ese momento fue tazado por el Banco Ciudad en $ 180.600.000.

Una de las agrupaciones que se opone a esta maniobra y que logró poner un freno judicial a la operación es Boca es Pueblo. Uno de sus integrantes, Luciano Caldarelli, dialogó con Gestionpublica.info y aseguró que se armó una licitación a medida.

En 2011, cuando Daniel Angelici se presenta como candidato a Presidente de Boca, en su libro de propuestas planeaba la construcción de un estadio cinco estrellas en ese terreno, recordó Caldarelli y ante eso, agregó que hoy no se puede ser tan ingenuo de creer que el club usará el predio para algo social.

Cuando esos terrenos pertenecieron al Instituto de Vivienda de la Ciudad, su utilidad iba a ser la construcción de 1.321 casas sociales. Sin embargo, solo se construyeron 400 y en 2010, el predio pasó a manos de Corporación Sur, una Sociedad Estado creada por el Gobierno porteño para colaborar con el desarrollo urbano de la zona sur de la Capital Federal.

En ese momento, ya se corría la bola en la Legislatura porteña de que las tierras iban a quedar en manos de Boca, aseguró Caldarelli y explicó que lo que el club adquirió son los terrenos restantes a las 400 casas que sí construyó el IVC. El Instituto no podía vender tierras, pero Corporación Sur sí lo podía hacer con algunas condiciones como tener objetivos vinculados al deporte, o la cultura, detalló.

Actualmente Boca es propietario de los terrenos, que ya fueron escriturados, pero un amparo presentado por distintas organizaciones del barrio de La Boca frenaron el traspaso de las tierras. La manera que tiene el club de evitar el amparo es sacarlo del juzgado donde está radicado el tema y trasladarlo a otro, pero nosotros el primero de febrero vamos a presentar un nuevo recurso, adelantó Caldarelli y finalizó: hay mucha presión de socios y vecinos. Todos queremos que el club crezca, pero no a costa del barrio.