El Tribunal de Cuentas de Corrientes detectó que entre mayo y octubre de 2008 repartieron leche de un plan materno infantil entre empleados del Hospital Ricardo Billinghurst, de la localidad de Ituzaingó, con la “autorización verbal” del director del centro de salud.

Además, se descubrió que parte de la mercadería, correspondiente al Programa de la Madre y el Niño, fue entregada a personas que estaban “al margen del circuito previsto”, mediante “autorizaciones manuscritas” en las que figuraban alternativamente tanto el director del Billinghurst, como el contador y el administrador.

El informe del Tribunal formó parte de la Red Federal de Control y fue monitoreado por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN). Este organismo explicó que el objetivo central del Programa de la Madre y el Niño fue el reparto de leche e insumos a cambio del chequeo médico de los pacientes. Sin embargo, “se constató la existencia de entregas sin que se haya efectuado previamente el control médico”, subrayó la Sindicatura y puntualizó que, cuando no había pediatras en el Hospital Billinghurst, eran los empleados administrativos los que confeccionaban “historias clínicas paralelas”, en las que figuraban el peso y la talla de los chicos, y así otorgaban la mercadería.

Asimismo, como en el centro de salud no llevaban un registro de la fecha en que recibían los productos, la SIGEN no pudo saber si hubo demoras en el reparto de la ayuda entre los beneficiarios del plan. Al momento del informe, aprobado este año, tampoco existía una planilla de control de existencias que permita determinar en forma inmediata el stock de insumos y leche disponible. Y pese a que el depósito del Hospital se encontraba en “buenas condiciones edilicias, la higiene y la ventilación no eras las apropiadas”.

Por otra parte, el Tribunal de Cuentas correntino recomendó a la Dirección de Maternidad e Infancia de la provincia que realice el “control y seguimiento inmediato de la planillas de resumen mensual de entrega de medicamentos e insumos” que expiden los hospitales, “a fin de detectar los desvíos a la normativa vigente y corregir las irregularidades observadas”. Justamente, estos papeles permitieron el hallazgo del reparto de mercadería entre el personal del Billinghurst, donde a fines de 2008, tras el trabajo del organismo de control, hubo un cambio de autoridades.