Pese a que sólo el 1% de todas las camas disponibles en los Hospitales de Agudos de la Ciudad de Buenos Aires se destinan al servicio de salud mental, 38 sobre 3.785, un informe de la Auditoría General porteña (AGCBA) revela que hubo salas equipadas para internación psiquiátrica que fueron inhabilitadas por falta de personal médico.

El trabajo de auditoría, aprobado el año pasado sobre datos de 2007, analizó cinco de los 13 hospitales agudos porteños. El informe señala que los hospitales Álvarez, Piñero, Pirovano, Rivadavia y Durand, “no han concretado los nombramientos de personal para los servicios de psicopatología”, ni efectivizaron los concursos para cubrir los puestos en sus guardias.

De hecho, el organismo de control indicó que, en el Hospital Rivadavia, “la sala equipada y habilitada para la internación psiquiátrica se dispuso al servicio de traumatología por falta de nombramientos”.

En el Durand, la sala quedó sin funcionamiento dado que no se efectivizó el concurso para disponer de los recursos humanos pertinentes y en el Hospital Piñero, “hay 14 camas inhabilitadas por falta de personal de enfermería”.

La AGCBA también detectó que “no se distribuye equitativamente la carga horaria” de los profesionales y que la mayor parte de ellos se concentra en el horario matutino”. Incluso, se señala que, por cada hora disponible de consultorio existen cuatro médicos, de los cuales sólo uno tiene lugar para atender.

Del mismo modo, en el Hospital Piñero, durante el servicio de internación, “hay un enfermero a cargo de 18 pacientes en el turno nocturno”, así lo detalla el informe, donde además se expresa que en los efectores de la salud analizados “no existe ambiente de control del personal”.

Para la Auditoría, las sedes de todos los nosocomios están deterioradas, “con falta de mantenimiento y no cumplen las normativas vigentes en cuanto a la accesibilidad para personas con movilidad restringida y seguridad edilicia”. Además, “los consultorios utilizados son disfuncionales en cuanto a su ubicación, dimensión, seguridad, nivel de aislamiento acústico y privacidad”.
 
En algunos casos, tampoco cuentan con el equipamiento necesario. Según la AGCBA, en el Hospital Álvarez, por ejemplo, “las situaciones de excitación psicomotriz de los pacientes que ingresan a la guardia son de difícil resolución ya que no hay elementos de contención física”.

El informe concluye que “el sistema de servicios de psicopatología de los hospitales generales de agudos, continúa desarticulado sin poder conformar, en cuanto a lo prestacional, una red de salud mental eficaz y eficiente”.