La Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) es un organismo que se encarga de garantizar el respeto a los derechos humanos, la diversidad y el pluralismo cultural en la ciudad. Dentro de su estructura se encuentra la Dirección General de Colectividades, cuyo rol es promover la interacción entre distintas comunidades, así como su reconocimiento y promoción de la identidad porteña, a través de la organización de eventos y actividades recreativas.

A través de un informe de seguimiento, que retomó lo investigado sobre el Programa presupuestario 32 - Fortalecimiento de la Diversidad Cultural, la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) dio a conocer que, en 2022, la subsecretaría no adoptó distintas recomendaciones planteadas en el informe previo. En este monitoreo, la auditoría reveló 17 observaciones, de las cuales siete no tuvieron un avance satisfactorio.

Según el informe de seguimiento, aprobado en 2024, los objetivos previstos no fueron calculados de la forma más eficiente posible. Entre 2016 y 2018, el Programa modificó la unidad de medición de la meta física. Así, pasó de contabilizar la cantidad de eventos organizados a cuantificar los asistentes

Por sí solo, el cambio en la unidad de medición fue señalado por la AGCBA como un factor a redefinir, ya que contabilizaba asistentes a eventos de distinta envergadura (eventos masivos de BA Celebra y otros de menor concurrencia, como concursos). Si bien el programa afirma que la asistencia de vecinos en las distintas actividades es un buen indicador en el impacto y alcance de las políticas de la Dirección General, la auditoría sostuvo que “no significa que esos indicadores expresen la producción física del programa, sino el resultado o el impacto del mismo”.

Esta indicación toma más fuerza al evaluar que el cambio en la unidad de medida generó una sobreejecución en la eficacia de las metas físicas (pasó de 70,5% en 2018 a un 166,8% en 2021 y a 228,5% en 2022). Pero también impactó en el cálculo de la eficiencia del programa. A partir de estos datos, el organismo de control concluyó que “la meta física debe dar cuenta del producto o servicio final entregado por la administración, es decir, debe ser establecido en términos de la oferta del producto y no de la demanda”.

Otra de las observaciones fue que la Dirección General de Colectividades “no cuenta con un registro de las colectividades que brinde información de las entidades que desarrollan tareas sociales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Asimismo, afirmó que, a pesar de que se agregaron 30 comunidades a la lista en 2020, hay celebraciones que aún no fueron incorporadas a la ley Marco de Colectividades, como las de Calabria e Israel, cuya incorporación ya había sido sugerida en 2019.

Desde el organismo, argumentaron que ni el funcionamiento normal de las tareas de la Dirección ni su relación con las colectividades en la Ciudad se vieron afectados por la ausencia de un registro formal de las mismas hasta el momento, por lo que no lo ven como algo imprescindible. Sin embargo, la AGCBA declaró: “Eso priva a la gesti��n actual y posteriores de una memoria institucional que le permita a la administración consolidar información y aprender de las experiencias”. Al mismo tiempo, va en contra de la responsabilidad de la Dirección General de “fortalecer el vínculo entre las colectividades que residen en CABA”.