Obras de energía eléctrica en la provincia de Corrientes y de refacción de escuelas en Santa Fe, ambas financiadas por el Mercosur, registraron “planificación deficiente y controles parciales” que derivaron en demoras de hasta tres años y medio, incumplimientos de metas físicas y financieras, y hasta variaciones en los montos previstos.

El dato se desprende de un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), que analizó la aplicación del llamado Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM), que son recursos aportados por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, y que a nivel local es administrado por la Dirección de Inversión Pública del Ministerio de Economía.

El FOCEM

Explica el organismo de control que cada año el FOCEM se hace de 100 millones de dólares. El 70% de ese total llega desde Brasil, Argentina pone un 27% y el resto viene de Uruguay (2%) y de Paraguay (1%).

Como la iniciativa pretende financiar proyectos que potencien la competitividad de las regiones -y las economías- menesterosas, los países que menos aportan son quienes más fondos reciben en el reparto del FOCEM. Así, de los U$S 100 millones, a Paraguay le corresponde el 48%, a Uruguay el 32%, mientras que Brasil y Argentina obtienen el 10% cada uno.

Con respecto al desempeño argentino en el FOCEM, la AGN dice que, si bien los montos destinados a la iniciativa fueron “los correctos”, se remarca que “los aportes semestrales comprometidos fueron efectuados con demoras que van desde 1 a 274 días”.

El informe incluye un cuadro (ver Descargue el Informe) que detalla fechas y montos, tanto teóricos como reales, que permiten evaluar la performance del país.

Más de tres años para iniciar obras en Corrientes con dinero del Mercosur

Así, por ejemplo, puede verse que para el 31 de mayo de 2006 la Argentina debía entregar 6.750.000 dólares, pero el aporte llegó recién el 6 de marzo del año siguiente, 279 días después, y ni siquiera se completó, porque el dinero recibido por el FOCEM ascendió a U$S 6.600.000.

Algo parecido ocurrió en el segundo semestre de 2006, cuando el país había pautado una transferencia de U$S 6.750.000 para el 30 de noviembre y, sin embargo, envió 190 mil dólares menos y cuatro meses después, el 18 de abril de 2007.

En 2007 hubo tres aportes consecutivos; a los ya mencionados de marzo y abril (que en rigor correspondían al año anterior), se sumó el del primer semestre de ese ejercicio, que se hizo el 28 de junio por U$S 10.450.000, con unos 300 mil dólares de más y una demora de 28 días.

Sin embargo, para contar con el aporte argentino del segundo semestre de 2007 (período electoral de aquel entonces), el FOCEM tendría que esperar seis meses, porque los U$S 10,1 millones estipulados llegaron recién el 28 de mayo de 2008.

Según el cuadro de la AGN, aquel 28 de mayo ocurrió algo por lo menos llamativo: ya que estaba, la Argentina aprovechó y pagó los 13,5 millones de dólares previstos para el primer semestre de 2008. Y encima la cosa no quedó ahí: al día siguiente, el 29, también se cancelaron los U$S 13,5 millones estipulados para el segundo semestre de 2008. Sí, con seis meses de antelación.

La mencionada cifra, 13,5 millones de dólares, es el monto que desde entonces el país destina al FOCEM cada semestre, por lo menos hasta el ejercicio 2013, último analizado por la Auditoría.

Durante ese lapso, lo que sí observó el organismo de control fueron las demoras en los desembolsos, que oscilaron entre el mes (primer semestre de 2009) y los 164 días (segundo semestre de 2013, cancelado recién en mayo del año siguiente).

Por otra parte, sobre los recursos que le corresponden a la Argentina, el 10% del total, el informe detectó que “entre los ejercicios 2007 y 2013 la asignación varió entre el 8,61% y el 11,92%, incumpliendo el porcentaje determinado en la normativa vigente”.

Corrientes

Con recursos del FOCEM, puntualmente U$S 19.057.519, se proyectó la interconexión entre las estaciones transformadoras de Iberá y Paso de los Libres, al norte de la provincia de Corrientes, para mejorar el servicio de usuarios finales y atraer inversiones.

Para medir el avance del emprendimiento, la Auditoría tomó el lapso entre que el proyecto fue tomado como “elegible” por la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur y la firma del Convenio de Financiamiento con el FOCEM. Este trámite insumió en total 665 días -entre el 19 de febrero de 2009 y el 16 de diciembre del año siguiente-, lapso que “representó una demora de 315 días según el reglamento” del fondo analizado.

No obstante, la espera se hizo más prolongada aún. Es que, tras entrevistar a funcionarios de la Secretaría de Energía de Corrientes y analizar documentación, los investigadores detectaron que si a esos 665 días “se suman el tiempo transcurrido para el llamado a licitación (330 días aproximadamente), la no objeción del FOCEM al proceso licitatorio, y la adjudicación de las obras (que fue el 7 de junio de 2012), se concluye que la demora total asciende a 3 años y casi 6 meses”.

“Esta significativa demora desencadenó dos consecuencias de gran impacto en la variación del monto final del proyecto”, sentencia la AGN y especifica: “La primera de ellas, refiere a la variación de costos por el mero paso del tiempo; y la segunda, a la solicitud de una modificación técnica del proyecto a fin de ampliar la capacidad instalada de la obra para satisfacer la demanda potencial”.

El informe añade que esos cambios “no estuvieron debidamente fundamentados antes del proceso licitatorio”, lo que significa que “el proyecto que fue aprobado finalmente no es completo”, cuenta el informe. Y además, “el costo total fue variado en un 117%, en parte por esta modificación técnica, y en parte porque fue prevista una ampliación del proyecto, una vez culminadas las obras licitadas”.

Y si de licitaciones se trata, la AGN detectó “debilidades de control interno en los expedientes”, como “falta de firmas del oferente, hoja foliada y en blanco, falta de fecha en notas, entre otras”.

Por otro lado, el plazo previsto para la interconexión era de 18 meses. Los investigadores razonaron que, si la obra se inició en junio de 2012, debía terminar para diciembre del año siguiente, pero “a la fecha de visita del equipo auditor a la obra (en mayo de 2014), llevaba un retraso de 172 días, quedando pendientes tareas de finalización y el montaje de la línea de alta tensión, con un avance registrado del 97%”.

Asimismo, otro cronograma que no se cumplió fue el financiero, que registraba un atraso del 66% respecto del plazo estipulado en los contratos de obra.

La Auditoría agregó que el FOCEM tiene chequeos especificados en su propio reglamento que fueron “cumplidos parcialmente”, y amplió: “No hay controles técnicos contables. Los informes semestrales se entregan con cierta demora. La auditoría externa no tuvo en cuenta la revisión de los resultados de la auditoria interna y, finalmente no pudo ser corroborada la elevación del informe de auditoría externa ante el Tribunal de Cuentas de la Provincia de Corrientes”.

Para completar, una perla: cuando los auditores visitaron la Secretaría de Energía correntina verificaron que allí “no contaban con los pedidos de autorización para la construcción de las líneas de alta tensión ni de la nueva estación transformadora, a las respectivas autoridades provinciales”.

Santa Fe

También con el FOCEN se pensaron “intervenciones integrales” en 72 escuelas de las localidades de General Obligado, Vera, 9 de Julio, Garay y San Javier, provincia de Santa Fe. Las obras fueron agrupadas en 18 licitaciones, por su dispersión geográfica.

Y, otra vez, desde que el proyecto fue considerado elegible, en abril de 2010, hasta la firma del Convenio de Financiamiento, pasaron 255 días, lo que “representó 64 días de atraso en comparación con los plazos determinados en el reglamento del FOCEM”, dijo el informe.

Sobre el emprendimiento, la AGN marcó que “carece de una buena planificación”, y puntea como motivos: “En 2013, el Ministerio de Economía provincial solicita fondos adicionales, de los que el 16,7% se debe al incremento de metros cuadrados a los previstos originalmente. Y en julio de 2014, el mismo organismo pide autorización para aplicar saldos remanentes producidos por la variación cambiaria derivada del tiempo transcurrido entre la fecha de solicitud de esos fondos y la aprobación de los mismos”. Así, estas modificaciones, más otras de índole técnicas, provocaron “un incremento total del 60% más” de lo estipulado.

En tanto, el organismo de control detectó que dos tercios de las licitaciones (12 sobre 18) presentaban un avance físico del 100%, mientras que las otras tenían trabajos pendientes. Además, con respecto al cronograma financiero “no se ha cumplido”, ya que se constataron 305 días de atraso en la ejecución de las obras y, al 31 de diciembre de 2013, el avance financiero ya era del 101%, es decir que habían ejecutado más que todo el dinero previsto, cuando en “forma simultánea” ya se había realizado una “solicitud de recursos adicionales”