En tres años, la Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) transfirió un total de $ 20.424.568 a los municipios involucrados en el recorrido del arroyo, bajo un convenio que procuraba establecer las obligaciones, tareas y plazos a cumplir por las partes. Según la Auditoría General de la Nación (AGN), “la laxitud de sus cláusulas, la vaguedad de los objetos y condiciones, más el exceso de anexos”, hacen que el acuerdo sea “difícil de interpretar”.

El organismo de control precisó que los artículos que establecen los plazos de ejecución son “demasiado laxos” y que, incluso, las obligaciones de los municipios “muchas veces no tienen plazos definidos para su cumplimiento”. La AGN aclaró que “es explícita la falta de plazo”, y que esto dificulta el control y la exigencia de resoluciones.

El informe, aprobado este año sobre datos del último semestre de 2009, agrega que para obtener “más detalles sobre los trabajos que deben realizarse, hay que acudir a los anexos, en los que también se observan vaguedades y demasiada amplitud”.

Transferencias a los municipios

Durante todo 2007, ACUMAR le envió a la Ciudad de Buenos Aires sólo $ 539 para cumplir con los objetivos descriptos en el convenio, destacado anteriormente por su “vaguedad”. Así lo describe un cuadro comparativo de la AGN, donde también indica que Avellaneda recibió $ 1.398.500 para el mismo período, y que de los 14 municipios beneficiados, sólo 4 recibieron sin excepción los fondos correspondientes a los años 2007, 2008 y 2009 (ver cuadro derecha).

Por otra parte, el organismo de control explicó que se observaron “demoras en la entrega de fondos” y que, “si bien no hay un plazo claramente establecido”, gracias a los protocolos de desembolso, también se percibieron atrasos en las rendiciones de cuenta de los municipios. Además, los auditores señalaron que, por lo general, algunos informes ni siquiera tenían “el detalle de lo que se rinde, las imputaciones del gasto y los comprobantes respaldatorios”.

Las obras de ACUMAR

La Autoridad de Cuenca explicó que hubo una obra en la que se ejecutó casi el total de los fondos asignados, un 91%, pero que físicamente se hizo menos de la mitad de los trabajos. Para la AGN, la Autoridad de Cuenca omitió aclarar ese “desfasaje con la ejecución financiera”. Se trata del servicio de Limpieza y Mantenimiento de Agua y Desmalezamiento y Mantenimiento de Márgenes del Río Matanza, que tenía un valor inicial de $ 13.224.198 y debía terminarse para diciembre de 2009, fecha en la que ACUMAR reportó los datos descriptos.

No obstante, en noviembre del mismo año, se les otorgó a las empresas a cargo del servicio, Rowing SA y Algieri Cultivo SA, una prórroga de 12 meses y una ampliación de 9,7% del precio inicial. Según los cálculos de la AGN, debía costar en total $ 14.508.268, pero la resolución de la prorroga “difería” incrementando su valor en más de $ 6.000.

Otro ejemplo es el de la obra Ampliación de la Planta Depuradora de Afluentes Cloacales Sudoeste, en el partido de La Matanza, cuyo valor fue de $ 93.538.417. Debía estar terminada para agosto de 2009, pero sin embargo, para esa fecha los trabajos habían avanzado sólo un 44%. La AGN aseguró que “no surgieron constancias que aprueben la ampliación del plazo”.

La Auditoría concluyó hubo varias obras que “presentan ejecuciones financieras y físicas que no guardan relación armónica”. Esto quiere decir, que hay trabajos que no avanzaron, en tiempo y forma, conforme a la ejecución de los presupuestos.