Mientras en el mundo la deforestación se frenó en los últimos años, en la Argentina se mantiene estable. La pérdida neta total en el área del bosque en el período 2000-2005 se calcula en 7,3 millones de hectáreas por año frente a 8,9 millones de hectáreas anuales en el período 1990-2000, según informa la FAO. En nuestro país, lamentablemente, el área boscosa que se pierde por año sigue alcanzando las 250.000 ha/año.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de entrevistarme con Olman Serrano, funcionario de la FAO y secretario adjunto del Congreso Forestal Mundial que se realizará en Buenos Aires entre el 18 y el 23 de octubre. El me reveló estos datos que, según su visión, resultan alentadores ya que la deforestación, globalmente, disminuye.

“Los países de América latina contienen valiosos recursos forestales, los que contribuyen en forma vital al desarrollo y bienestar de la sociedad. La disponibilidad de la información sobre bosques y recursos forestales, constituye una condición indispensable para el manejo forestal sostenible, y en general para el desarrollo forestal, basado en políticas claras y contrapesadas desde el punto de vista económico, ambiental y social”, me dijo.  

Para el funcionario, un dato importante es que la Argentina sea sede de este encuentro internacional para discutir y debatir también sobre desarrollo sostenible en materia de bosques. Uno de los temas que se va a tocar en este encuentro será la interelación entre el cambio climático y los bosques, que están íntimamente ligados. Los bosques almacenan carbono en la madera, con lo cual contribuyen considerablemente a mitigar el cambio climático.

Según un informe de la FAO, es necesario frenar la deforestación y ampliar la superficie boscosa. También es preciso sustituir los combustibles fósiles con biocombustibles elaborados con madera de bosques gestionados de forma responsable, a fin de reducir las emisiones de carbono.

La FAO promueve utilizar madera para producir productos duraderos capaces de mantener el carbono fuera de la atmósfera durante períodos más largos de tiempo.  

Los cambios que se producen en el clima mundial afectan a los bosques porque las temperaturas medias anuales son más elevadas, se modifica el régimen pluvial y se producen con más frecuencia fenómenos climáticos extremos. Argentina todavía conserva alrededor de 33 millones de ha de bosques nativos en sus distintas regiones así como 1,2 millones de ha de bosques implantados mayormente de pinos, eucaliptos y salicáceas.