Como en Tandil, más críticas por demoras y por fallas en el Plan Federal de Vivienda
Tandil-. Este mes se entregaría una docena de las 139 casas programadas para la primera etapa. De las 120 mil viviendas anunciadas en 2004 se hicieron 58.735 en todo el país, alrededor del 48,9 por ciento del objetivo inicial que debía completarse en doce meses.
Como sucedió en Tandil durante buena parte de 2007 y a principios de 2008, cuando se retomaron las tareas en barrio La Movediza, en diversos distritos del país crece el malestar por las demoras y fallas en el marco del Plan Federal de Viviendas (I y II).
Además se conocen estadísticas que grafican esa demora, que en esta ciudad generó la movilización de adjudicatarios de los planes y constantes explicaciones del gobierno municipal de Miguel Lunghi que versaron, entre otros atenuantes, sobre la mora en los pagos del Instituto Provincial de la Vivienda.
Los dos planes de viviendas están sin terminar. De las 120 mil viviendas anunciadas en 2004 se hicieron 58.735 en todo el país, alrededor del 48,9 por ciento del objetivo inicial que debía completarse en doce meses. De las 300 mil viviendas anunciadas en 2005 hasta abril de 2008 se habían construido 3.398, lo que representa un 1,13 por ciento de lo anunciado. Las cifras de evolución de ambos planes son oficiales.
De las 120 mil viviendas iniciales, como el propio Estado reconoce, se construyeron hasta ahora 58.735. En realidad, 101.156 viviendas están “con firma”, esto es, a la espera del dinero. Hay, también, 5.125 a las que se les giró el dinero y no se inició la obra. Teniendo en cuenta el Subprograma de Construcción de Viviendas con Municipios, las casas terminadas son 69.091, el 57 por ciento de las anunciadas hace cuatro años. Durante los primeros meses de gestión de Cristina Fernández, hasta el 30 de abril, se agregaron 2.759 viviendas terminadas pero sólo se adjudicaron 95. La primera etapa, que como se dijo debía cumplirse en un año, recién comenzó a acelerarse a mediados de 2006, hasta ese entonces se habían construido apenas unas 10 mil viviendas.
En su segunda etapa, de las 300 mil viviendas prometidas en 2005, se construyeron hasta abril del corriente 3.398 en todo el país: un 1,13 por ciento de lo anunciado. Y tienen “firma” 45.189 viviendas, el 15 por ciento de lo anunciado. Ya fue girado el anticipo financiero para la construcción de 22.406 casas, pero hasta ahora no se colocó ni un solo ladrillo.
En los primeros cuatro meses de gestión de Cristina se adjudicaron 6.432 viviendas, pero se terminaron 965 casas.
Las pocas viviendas construidas son caras: un informe de la diputada de la Coalición Cívica Fernanda Reyes compara el metro cuadrado construido según las provincias y concluye que “nuestros cálculos muestran diferencias entre el valor del metro cuadrado convenido y el ejecutado que van desde el 3 al 77 por ciento”.
“Tomemos por caso –sigue Reyes– a la provincia de Buenos Aires, donde el costo por vivienda es de 30 mil pesos y el del metro cuadrado 681,82 pesos. A esta suma se contrapone el costo real: 48.493 pesos por vivienda y 1.102 pesos el metro cuadrado.
Hay un adicional de 420,30 pesos por metro, esto es un aumento del 61,64 por ciento.”
Una auditoría de la propia Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda a los programas federales realizada durante 2006 señala serias deficiencias en la construcción. Mal diseño de la carpintería en el 16,5 por ciento de las viviendas auditadas. Deficiente aislamiento térmico de los muros exteriores en el 14,5 por ciento de los casos. Deficiente diseño funcional de futuras ampliaciones. Desprolijidades en la ejecución de la mampostería. Humedades con salitre. Y revoques con ondulaciones excesivas, son algunas de los inconvenientes que se les detectaron.
El informe de la Sindicatura General de la Nación de mayo de 2007 sigue la misma línea: “La Dirección Nacional de Políticas Habitacionales no posee estructura aprobada, ni manuales de procedimientos. La dotación del personal es escasa y el equipamiento, escaso y desactualizado”.
“Se detectaron –continuó la Sigen– incumplimientos en los estándares mínimos de calidad para viviendas de interés social: en las ventanas, aleros, veredas, zócalos y solados.”
“Del análisis de los anticipos financieros pagados a los contratistas, se observan en varias jurisdicciones prolongadas demoras en el inicio de las obras”, se señaló desde ese organismo.