Cómo es la destrucción
Publicado: 29-05-2011
Capital Federal.- Las armas recibidas por el RENAR son inutilizadas en el acto mediante el empleo de una prensa hidráulica y en presencia de quien la hubiera entregado.
A partir de ese momento, están listas para el proceso de destrucción, que consta de varios pasos.
Una vez destinadas a la planta de procesamiento de chatarra con la cual trabaja el organismo –ubicada en Ruta 12 km 2,3, en la localidad de Campana– se las tritura, convirtiéndolas en partes milimétricas que son separadas del material no metálico con imanes.
El metal es donado al Hospital Garrahan, y este lo negocia con una empresa fundidora a cambio de nebulizadores e insumos.
El procedimiento es auditado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y la Red Argentina para el Desarme, en representación de la sociedad civil.
La logística corre por cuenta del RENAR con la colaboración del Ejército, Prefectura, Gendarmería, Policía Federal y Grupos Especiales como el GEOF.
No obstante, todas las unidades que ingresan al programa son investigadas para determinar si participaron en algún hecho delictivo, aunque este paso no compromete al ciudadano aportante.