Críticas y propuestas de alumnos en la Legislatura
Publicado: 13-10-2011
OCTAVA EDICION DE UN CICLO EDUCATIVO CON FUERTE COMPROMISO CIVICO.
Cierre 2011 del programa "Escuela de vecinos"
La "sesión" fue llevada adelante por 1.400 alumnos de 70 escuelas públicas y privadas de Buenos Aires que elaboraron anteproyectos. Este año los temas de estudio fueron inseguridad y alimentación.
Mala distribución de la Policía en las calles. Falta de coordinación entre la Federal y la Metropolitana. Carencia de iluminación en espacios públicos. Leyes como las "de talles" (2009) de ropa y "kioscos saludables" (2010) que todavía no fueron reglamentadas. Las observaciones se iban acumulando ayer a la mañana a voz en cuello desde las bancas de la Legislatura porteña.
Pero esta vez no provenían de los legisladores, sino de alumnos de cuarto año de escuelas públicas y privadas de la Ciudad.
Fue en el final de la octava edición de Escuela de Vecinos, un programa llevado adelante por la Vicaría de la Educación del Arzobispado de Buenos Aires y la Fundación Eforo por el que más de un millar de chicos y chicas estudian durante cuatro meses un par de problemáticas esta vez fue la inseguridad y la alimentación con la ayuda de expertos y en base a visitas a organismos públicos, consensúan un diagnóstico y elaboran propuestas que terminan volcando en anteproyectos de ley que dejan en la Legislatura.
"¡Qué minuciosos! ¡Son más severos que los mayores!", acotó en un momento en el estrado una voz autorizada: el secretario general de la Asociación de Personal de Organismos de Control, Hugo Quintana. Los chicos seguían. "Percibimos una falta de confianza en la institución policial y una ausencia de control sobre su accionar", decía Danae Lucentini, del Instituto San Isidro Labrador. El modo en que se usan las cámaras de seguridad también cayó en la volteada.
"No queda claro qué tan efectivo resulta el accionar policial ante un hecho delictivo que se monitorea en el momento que ocurre", cuestionó Rodrigo Calabuig, de la Escuela Técnica N° 36.
En lo atinente a lo alimentario, no sólo detectaron la falta de reglamentación de dos leyes. "Existe un alto incumplimiento en los menúes por parte de empresas que prestan los servicios de viandas y refrigerios en las escuelas", denunció Gabriel Gavilán, de la Escuela Cristiana Evangélica. Y completó: "Más del 90% las modifica sin autorización del Gobierno porteño".
Los alumnos detectaron que los trastornos alimentarios comienzan a los 13 años. Pero Rocío Nemes, de la Escuela Técnica N° 5, leyó un dato muy interesante al respecto: "Si bien el 90 % de quienes los padecen son mujeres, hace tiempo que entre los varones se empieza a detectar la `vigorexia’, la adicción al gimnasio y los anabólicos".
Pero no todas fueron quejas (hubo incluso un minucioso relevamiento de los once hospitales de la Ciudad), sino que hicieron muchas propuestas. Por caso, que en cada CGP funcione una fiscalía y un seguimiento por Internet de las denuncias. Que se armen corredores de seguridad en torno a los colegios. Y que se produzca publicidad que no haga eje en la delgadez y precios accesibles para los alimentos saludables.
La "sesión" había sido abierta por el presidente de la Legislatura, Oscar Moscariello, quien para seguir la costumbre la inició con el izamiento de la Bandera, que estuvo a cargo de un alumno de una escuela pública y otro de una privada. La titular de la comisión de Educación, la diputada Victoria Morales Gorleri, cerró: "Lo que acabamos de vivir nos llena de esperanza a los mayores".
Cómo funciona la iniciativa
La Escuela de Vecinos es un programa para acercar a los secundarios a instituciones de la República y la democracia, y promover su compromiso social, cívico y político. Esta fue la octava edición, organizada por la Vicaría de la Educación del Arzobispado de Buenos Aires y la Fundación Eforo. Y se inscribe en el programa Ciudad Educativa del Ministerio de Educación porteño. La auspician las fundaciones Noble y La Nación. Esta vez participaron 1.400 alumnos de 70 escuelas públicas y privadas (todos estuvieron ayer).
Comprende el estudio de dos problemáticas durante dos meses, reuniones con expertos y visitas a organismos; la elaboración de un diagnóstico, y la formulación de propuestas para la Legislatura.