
Siria: un ataque en suspenso
Publicado: 12-09-2013
CABA.- Por Atilio A. Boron. Barack Obama estaba decidido a hacer tronar el escarmiento. No tenía pruebas, no había evidencias y a los inspectores que había convocado Bassher Al Assad para producir un informe sobre el ataque con gas Sarín el 21 de agosto habían sido invitados a salir perentoriamente del terreno por …¡Estados Unidos! Era evidente que la Casa Blanca no necesitaba pruebas. Tenía los motivos para atacar, y eso era lo que importaba.
Las presuntas pruebas, torpemente presentadas por su Secretario de Estado no eran tales: sólo sospechas y presunciones, pero ningún dato contundente. ¿Cuáles eran los motivos? Sucintamente, reafirmar una autoridad supuestamente inapelable de Washington en un mundo cada vez más multipolar, en donde el debilitamiento del poderío global de Estados Unidos es inocultable.