Una corriente intelectual y moral
Publicado: 10-02-2014
CABA.- Por Facundo Martínez*. Los argentinos hemos vivido estos últimos días convulsionados por la devaluación, que se precipitó a partir de las presiones insostenibles de los grandes poderes financieros. El Gobierno, que siempre buscó evitar este tipo de salidas, no tuvo más remedio que subir el valor del dólar oficial en el orden de los 8 pesos y, tras una semana de corridas de precios, ajustes, retos y acuerdos político-comerciales, el cimbronazo se fue acomodando y calmando.
No lo suficiente como para que no se vea afectado el bolsillo de los trabajadores, que siempre terminan siendo los que más sufren frente a una devaluación. El daño quedó expuesto y ahora se debe trabajar en la restauración. Las paritarias 2014, que se presentan con dificultades extras en relación a las acordadas en años anteriores, es la herramienta de los trabajadores para intentar recomponer el poder adquisitivo. Y, aunque todavía no hay un número de referencia, que es lo que el Gobierno ha buscado imponer en cada una de las negociaciones pasadas, los discursos oficialistas apuntan a la mesura.