La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) presentaron un nuevo informe, en base a estudios realizados desde 2010, que exhibió cómo la protección social reduce la pobreza y la vulnerabilidad de las familias, disminuyendo así los principales factores que impulsan el trabajo infantil.

El texto “El papel de la protección social en la eliminación del trabajo infantil: Examen de datos empíricos y repercusiones políticas” investigó los mecanismos en que la protección social puede afectar al trabajo infantil, y evaluó el papel que desempeñan el diseño y las características contextuales de los programas.

La investigación de la OIT y UNICEF expuso que las limitaciones de cobertura y de calidad se asociaron con una “falta de inversión en protección social”. 

Según los organismos internacionales, se avanzó “muy poco” en garantizar que todos los niños disfruten de la protección social. En detalle, unos 1.500 millones de niños de entre 0 y 14 años en todo el mundo (73,6% del total) “no reciben ninguna prestación económica familiar o infantil”. La investigación expuso que estas limitaciones de cobertura y de calidad se asociaron con una “falta de inversión en protección social”. 

“Hay muchas razones para invertir en la protección social universal, pero la eliminación del trabajo infantil tiene que ser una de las más convincentes, dado su pernicioso impacto sobre los derechos y el bienestar de los niños”, señaló Guy Ryder, director general de la OIT.

En esta línea, el informe indicó que -en los últimos años- “muchos países mejoraron considerablemente la cobertura de la protección social, al fortalecer sus sistemas de protección social y establecer pisos de protección social eficaces”. Sin embargo, la cobertura mundial continúa siendo baja. 

Protección social en pandemia

El texto señaló que durante 2020 “menos de la mitad de la población mundial estuvo cubierta efectivamente por al menos una prestación de protección social”. En cifras, más de 4.000 millones de personas no contaban con ninguna ayuda por parte del Estado.

Según datos oficiales, los niños representan aproximadamente el 28% de la población mundial. Cabe destacar que a principios de 2020, uno de cada diez niños entre 5 y 17 años estaban en situación de trabajo infantil en todo el mundo. En total, unos 160 millones: 63 millones de niñas y 97 millones de niños. “Si bien la protección social puede ser una herramienta poderosa para luchar contra el trabajo infantil, no está garantizado que lo reduzca en todos los casos”, mencionó el organismo internacional.  

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Situación en Argentina

“Uno de cada dos niños que trabajan comenzó a hacerlo durante la pandemia”, según un estudio de la OIT en Argentina.

En Argentina, el trabajo de menores de 16 años está prohibido por ley. Desde 2016, el país cuenta con un listado de trabajo infantil peligroso. Se puede señalar al trabajo rural (concentra el 60%), doméstico intenso y en la vía pública como las principales actividades donde se encuentra trabajo infantil en el país. 

Sin embargo, “uno de cada dos niños que trabajan comenzó a hacerlo durante la pandemia”, según un estudio de la OIT en Argentina elaborado junto a UNICEF y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

Del mismo modo, el informe indicó que la protección social “es esencial para una política integral de prevención y erradicación del trabajo infantil”.