Una inundación produjo daños irreparables e invaluables en el patrimonio fotográfico del Archivo General de la Nación. La Auditoría General de la Nación había advertido que las deficiencias en la digitalización de los archivos podrían traer problemas de esta índole.

Miles de fotografías y negativos de gran valor documental se vieron gravemente dañados luego de que un sector del subsuelo del Archivo General de la Nación (AGN) quedó completamente inundado. Fue tras el robo del medidor de agua en la vereda del edificio ubicado en la calle Alem 246, Ciudad de Buenos Aires.

La inundación, ocurrida a fines de abril, sumergió más de 1.500 cajas con archivos fotográficos en papel, vidrio y plástico, algunos provenientes de importantes fondos como el Diario Crítica, YPF, Agua y Energía, y el reconocido Fondo Witcomb, una de las colecciones de imágenes más antiguas del país.

Según un informe interno, el incidente podría haberse evitado si se hubieran realizado las rondas de vigilancia pertinentes durante el fin de semana. Las tareas de rescate comenzaron de inmediato, con un lento y artesanal proceso de secado de las fotografías afectadas, en el que se han sumado profesionales de distintas áreas del AGN y de instituciones como el CONICET, el Museo Histórico Nacional y la Biblioteca Nacional.

El director del Archivo, Emilio Perina, recientemente designado, ya había dirigido el organismo durante 2016-2019. Mientras se espera conocer el alcance total del daño, la situación puso en evidencia la necesidad de fortalecer la seguridad y las condiciones laborales del personal del Archivo General de la Nación, custodio de un invaluable patrimonio histórico y documental del país.

La advertencia de la Auditoría

La Auditoría General de la Nación relevó al Archivo General de la Nación y expuso debilidades en los procesos de registro y digitalización de documentos históricos del organismo encargado de custodiar y preservar la documentación histórica del país.

La investigación, llevada a cabo entre abril de 2022 y marzo de 2023, fue solicitada luego de una denuncia por la "desaparición" de archivos digitalizados de la Fundación Pluma y de la Presidencia de la Nación. El informe abarcó el período de enero de 2019 a noviembre de 2021.

Entre los principales hallazgos, el informe destacó la falta generalizada de procedimientos establecidos y control interno en gran parte de las tareas realizadas por el organismo.

Además, se detectó la ausencia de manuales de procedimientos y flujos de trabajo previos a la etapa de digitalización, lo que impide el seguimiento y el aseguramiento de la calidad de las tareas. Otro punto crítico fue la inexistencia de políticas y procedimientos de respaldo de la información por parte de la Dirección General de Tecnología de la Información y Comunicaciones (DGTIyC), poniendo en riesgo la disponibilidad e integridad de los datos ante una contingencia.

La auditoría también reveló inadecuadas condiciones edilicias en el Centro de Cómputos de la sede central del AGN, incluyendo filtraciones de agua a menos de un metro de los racks de servidores, lo que pone en riesgo la continuidad de las operaciones.

Además, se observaron deficiencias en la iluminación del área de digitalización y la falta de capacitación del personal en materia de género, incumpliendo la Ley Micaela.

El informe concluye que la DGTIyC no brinda un adecuado soporte en materia de TI al AGN, poniendo en riesgo la información que se debe resguardar. Por otro lado, el Archivo no genera planes, políticas ni procedimientos que aseguren la calidad, integridad y disponibilidad de los archivos históricos. Ante la falta de implementación de soluciones eficaces, el informe advierte que la pérdida de información podría repetirse, poniendo en peligro la preservación del patrimonio documental del país.