La Auditoría General de la Provincia de Salta se abstuvo de opinar sobre los estados contables del Municipio de Tartagal. Fue porque la municipalidad “no presentó las ejecuciones presupuestarias de gastos y recursos” del período 2007 y parte del 2008. No obstante, se detectaron incumplimientos a las normas de contabilidad y de contrataciones, también, “debilidades en el sistema de control interno” que pueden dar lugar a que se propicien distintas “irregularidades” en perjuicio del Estado local.

Una de las observaciones trata sobre seis vehículos que “desaparecieron”. Fue el mismo Jefe de Patrimonio de Tartagal que denunció en mayo de 2008 la falta de rodados que habían sido inventariados en noviembre de 2007. Mientras la Auditoría efectuaba el informe, pudo corroborar que seguían sin aparecer y “no se habían realizado acciones para verificar su situación”. Entre los vehículos públicos faltantes se encuentran una camioneta Isuzu, un camión Dodge DP 800, una combi Volkswagen y un Camión – Grúa.
 
Otra de las irregularidades detectadas por la Auditoría Provincial fue que el área de informática no tiene injerencia  (“no participa" -en lenguaje de los auditores-) en la compra de tecnología ni en la implementación de sistemas y productos de software. En este sentido, el informe asegura que el Municipio “adquirió equipamiento informático a valores muy superiores a los normales en plaza”. Además, “ninguno de los servicios tercerizados” para este rubro cuenta con convenios que especifiquen el trabajo a realizar y sus características.

¿Quién paga los sueldos?

La Auditoría de Salta explicó que el sistema de sueldos es “operado exclusivamente por una persona”, la única que conoce el manejo y operación del programa para la liquidación de haberes. El ente alertó que “el Municipio no cuenta con otro agente que pueda cumplir las funciones, en caso de ser necesario su reemplazo”.

Además, el programa que se utiliza para dicha tarea presenta inconvenientes. “Es un producto de tecnología obsoleta, discontinuado en su producción y soporte, cuyo mantenimiento y actualización se dificulta con el transcurso de los años”, señaló el organismo.

Obras flojas de papeles

La auditoría pretendía analizar una muestra de las obras públicas de mayor significación económica para el año 2007, pero no pudo contar con la documentación detallada del total de los trabajos. De este modo, se detalla la información suministrada sobre algunas obras.

En el caso de la “Construcción del Cordón Cuneta”, que “registró una inversión, para el año 2007, de $ 91.367,81”, la única documentación puesta a disposición de los auditores fue la que respalda la compra de áridos por $ 57.717,00, es decir, “el 63,17% del total ejecutado”. Aún así, esa documentación no contaba con la Memoria Descriptiva, el presupuesto, los informes de obra, el personal municipal afectado, fechas de inicio y finalización y el procedimiento de compras, entre otras cuestiones.

Lo mismo sucedió con los trabajos de “Pavimento y Bocacalle”. La obra se ejecutó por $ 178.995,77,  sin embargo, “la única documentación dada al organismo fue la que respaldaba los $ 29.403,00 correspondiente también a la compra de áridos”.  Del mismo modo, la documentación no contiene Memoria Descriptiva de la obra a realizar. En este caso, de la documentación “no surge que los procesos de compras de materiales hayan seguido los procedimientos de contratación prescritos en la Ley Nº 6.838 de Sistema de Contratación de la Provincia”, indicaron los Auditores.

En cuanto al “Nuevo Edificio Municipal I Etapa”, obra presupuestada en $ 461.037,26, al igual que en los casos anteriores, el Municipio no entrego toda la documentación. Lo único que se presentó fueel Contrato de Locación para ejecutar la Dirección Técnica de la misma”. Al momento de la auditoría “la obra se encontraba paralizada”, pero tampoco se adjuntó su fecha de inicio y de paralización.