Publicado: 19-04-2012 
  
Se revisarán datos pero no habrá control sobre la nueva conducción; prometen más producción.

La intervención en YPF puso en marcha una auditoría de la empresa y decidió aumentar la producción de combustibles como parte de las medidas dispuestas dos días después de haber asumido en la empresa, según un comunicado publicado en la página de Internet.

"Se resolvió aumentar la refinación total un 5%, a partir de un incremento de un 8% en la utilización de la refinería de La Plata, que pasará en consecuencia de un nivel actual [de uso de capacidad instalada] del 85 al 93%", según el comunicado.

Agrega que "se está trabajando con los expendedores de combustible abanderados para renegociar las condiciones financieras y de abastecimiento, en virtud de los reiterados reclamos del sector".

El objetivo, según el comunicado, es "garantizar el normal funcionamiento" del mercado de combustibles. "A estos efectos, se ha hecho principal hincapié en investigar cuáles son los factores que provocaron el desabastecimiento de combustibles, tanto para el uso particular como empresarial", señala la nota.

Como en otros temas relacionados con la política energética en general y los combustibles en particular, la nota no menciona por qué desde el Gobierno nunca se había admitido, hasta ahora, la existencia del desabastecimiento de combustibles. En su afán por negar las noticias sobre los faltantes, el ministro de Planificación, Julio De Vido, ahora también interventor de la compañía, llegó a decir: "La nafta está en los tanques de los autos". Fue no hace mucho, en julio del año pasado, mientras muchos automovilistas recorrían estaciones de servicio sin suerte y sin reservas de combustible.

El escrito difundido ayer habla de la "incertidumbre en la población en general" provocada por la situación.

Para solucionar el tema de los faltantes en los surtidores, señala el comunicado, "se iniciaron gestiones con bancos, clientes y proveedores".
Por otra parte, se señala que "en materia administrativa financiera, se ha comenzado una importante auditoría de corte con la Sindicatura General de la Nación (Sigen)".

Esa decisión de la intervención contrasta con la ausencia de controles que tendrá ahora su propia gestión. Según el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo, tras la expropiación del 51% de las acciones, la compañía funcionará como una sociedad anónima, sujeta a las normas del derecho privado. Así, la administración estatal no quedará sujeta a auditorías.


"El trabajo en estos primeros días de la intervención se ha centrado en el análisis y comparación de los datos con los que se ha hallado la empresa en materia de abastecimiento", dice la nota. "Se están controlando los activos por la preocupación que genera la posible desinversión de Repsol en este sector", puntualiza el comunicado, que agrega que "se están revisando los sistemas informáticos" de la compañía.

El aumento de la refinación dispuesto por la intervención agregará "66.000 metros cúbicos mensuales de crudo". "De esta manera, el volumen de fueloil disponible para las centrales térmicas (generadoras de energía) se incrementará en 60.000 toneladas por mes, lo cual representará un ahorro de divisas de US$ 21,1 millones mensuales", apunta la nota.

Se especifica que se "redireccionará la producción de gas" del yacimiento El Portón, en Neuquén, "lo que permitirá incrementar la inyección diaria en el sistema nacional en 2,2 millones de metros cúbicos adicionales" del hidrocarburo, con "un ahorro aproximado de 50 millones de dólares mensuales".

Asimismo, "se pondrán en actividad en las próximas semanas 14 equipos de perforación adicionales a los actuales y 8 equipos de reparación" de pozos petroleros.

"El impacto de esta medida se traduce en que se realizarán 130 perforaciones y más de 400 reparaciones adicionales a las previstas hasta diciembre", señala el escrito.