Con la llegada de la pandemia y las medidas de aislamiento para contener la circulación del covid-19, el sistema educativo debió adaptarse a los nuevos tiempos y acelerar un proceso que se había iniciado hacía años pero de manera muy lenta: la enseñanza virtual. Las autoridades debieron dar respuestas ante demandas de equipamientos y conectividad, como de procesos de gestión y capacitación digital, que no siempre fueron satisfechas. 

El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) realizó el informe Educar en tiempos de pandemia: un nuevo impulso para la transformación digital del sistema educativo en Argentina. Los investigadores Alejandra Cardini, Andrea Bergamaschi, Vanesa D’Alessandre y Agustina Ollivier concluyeron que las respuestas dadas fueron insuficientes y que es necesario impulsar acciones que faciliten el acceso a las tecnologías y una mirada integral centrada en el uso pedagógico de las tecnologías, tanto en el desarrollo de plataformas de contenidos como la capacitación continua de docentes.

En un mundo en el que gran parte de nuestras actividades cotidianas están atravesadas por la digitalización, el sistema educativo había quedado rezagado. “No se aprovechaba todo el potencial que tienen las tecnologías digitales para mejorar las trayectorias escolares y los aprendizajes de las y los estudiantes. La restricción en la presencialidad volvió a colocar la agenda digital en el centro del debate educativo”, explicó Vanesa D’Alessandre en diálogo con ElAuditor.info.

La falta de equipamiento y conectividad

Durante el último año y medio, uno de los mayores desafíos del sistema educativo fue enfrentar el déficit de todo lo vinculado a equipamiento y conectividad. En este sentido, D’Alessandre detalló que el 55% de los hogares tiene computadora, pero solo el 20% es de uso exclusivo de cada estudiante. En el caso de los docentes, entre el 90% y el 95% tiene una computadora en el hogar aunque la mitad debe compartirla con algún otro integrante de la casa.

 “En los hechos, la educación en pandemia para gran parte de los y las estudiantes se sostuvo a través del celular", dice la investigadora Vanesa D’Alessandre.

En relación al acceso a Internet, alrededor del 20% de los estudiantes no contaban con conexión en sus hogares. “En los hechos, la educación en pandemia para gran parte de los y las estudiantes se sostuvo a través del celular. Las experiencias educativas mediadas por TIC que se dan en la actualidad están lejos de ser ideales”, aseguró la investigadora. 

Este tipo de dificultades derivaron en que haya un aumento en las desigualdades educativas. Los sectores con más recursos pueden acceden a plataformas y contenidos más articulados, mientras que los más humildes desarrollan actividades más desordenadas y tienen menos interacción con sus docentes, de acuerdo a la evaluación hecha por CIPPEC.

Al respecto, D’Alessandre sostuvo que “universalizar el acceso a dispositivos y la conectividad es la condición de posibilidad para que la transformación digital del sistema educativo sea viable”. 

Una combinación de clases presenciales y virtuales

Un año y medio después de iniciada la migración del sistema presencial a la virtualidad, el futuro se vislumbra con un diseño que une ambas modalidades. Las tecnologías digitales llegaron para quedarse y el informe concluye que una combinación de ambas significaría potenciar el desarrollo educativo. 

“En un contexto de presencialidad restringida, las tecnologías digitales son aliadas clave para sostener la escuela. Cuando sea posible restituir la presencialidad plena, tienen el potencial para enriquecer el aprendizaje en el aula, extender la jornada escolar, y preparar a las y los jóvenes de hoy para una mejor inserción en la actividad económica que les permita participar activa y provechosamente de la sociedad”, evaluó la investigadora.  

Superar la fragmentación actual

Según el informe de CIPPEC, las respuestas digitales de emergencia de las autoridades educativas nacionales y subnacionales se concentraron en ampliar la infraestructura digital, con más equipamiento y conectividad; facilitar el acceso a recursos digitales, mediante repositorios de contenidos y plataformas de gestión de aprendizajes; capacitaciones en habilidades digitales; y digitalizar los procesos de gestión del sistema.

Sin embargo, no fueron políticas suficientes para consolidar la transformación digital. Los investigadores destacan que para que ello suceda será necesario impulsar acciones que converjan en una política digital sistémica. Esto implica ampliar el alcance de estas respuestas y superar su fragmentación actual. 

“Consolidar una política digital sistémica implica poner en foco ejes de intervención como el desarrollo de habilidades digitales de docentes a través de la formación continua, universalizar el acceso de la comunidad educativa al equipamiento digital y la conectividad, enriquecer y consolidar las plataformas de contenidos y gestión de aprendizajes que ofrecen recursos digitales a docentes y estudiantes y las aulas virtuales, y reducir el tiempo que los y las docentes destinan a tareas burocráticas. Se avanzó pero falta mucho por hacer”, indicó D’Alessandre. 

Las nuevas plataformas de enseñanza

El Ministerio de Educación lanzó el año pasado la plataforma Juana Manso, un repositorio digital que hoy reúne videos, infografías, e-books y cuadernillos digitales a los que se puede acceder libremente, previa inscripción digital. El material, más de 3.000 documentos, está destinado tanto a escuelas públicas y privadas de todo el país, como al acceso directo de padres y alumnos. 

En el informe, CIPPEC reconoce que la generación del espacio fue un avance y señala que el repositorio podría beneficiarse con la incorporación de recorridos de aprendizaje en profundidad organizados por temas que faciliten la búsqueda y uso que realizan las y los docentes.

"Esto es un paso importante para universalizar el acceso a dispositivos y a conectividad y pone a disposición una oferta de formación docente, recursos digitales y aulas virtuales interesante", sostuvo D’Alessandre.

La investigadora consideró que podría aprovecharse "para alinear los recursos digitales con los currículums de cada nivel y definir un conjunto de trayectos curriculares comunes que enriquezcan la experiencia escolar de docentes y estudiantes a través de una propuesta más integrada y articulada".