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Publicado: 26-07-2011

Capital Federal.- Para los organizadores, el resultado puede obedecer a que los alumnos de derecho tratan de evitar todo lo que tenga que ver con números. Frente a este panorama, formarán capacitadores para instalar el tema en las escuelas secundarias. Hugo Quintana, el titular de la Asociación de trabajadores de los entes de fiscalización dijo que el control es “la Cenicienta de la Argentina”.

Una encuesta realizada por las Universidades de la Cuenca del Plata, del Nordeste y la Universidad Católica de Salta (Delegación Tutorial de Corrientes), reveló que el 93,15% de los alumnos de Derecho no saben “nada” sobre el funcionamiento ni la misión de los organismos de control, en especial la Contaduría General de Corrientes.

El responsable de llevar adelante esta iniciativa fue el profesor de Derecho Público Provincial y Municipal y especialista en Administración y Control de las Organizaciones Públicas, Álvaro Monzón Wyngaard, quien, en diálogo con gestionpublica.info, planteó que este alto grado de desconocimiento puede atribuirse a que “los estudiantes de abogacía tratan de evitar todo lo que tiene que ver con el tema económico”. Además, “varios de los alumnos eran egresados de este famoso polimodal de economía, y tampoco habían visto en el secundario algún tema referido a la importancia del control en las organizaciones públicas”. El Secretario General de la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC), Hugo Quintana, sostuvo que no le llama la atención esta cifra, ya que el control “no tiene arraigo cultural, ni hay filosofía para discutir, ni la gente tiene vocación por conocer qué es lo que pasa con el control (ver aparte)”.

A los 115 alumnos que formaron parte del estudio se les solicitó que escribieran, en forma anónima, una carta informal dando cuenta de lo que ellos sabían sobre el organismo de control correntino. Entre las respuestas, los académicos resaltaron la de un joven que afirmó: “No se acostumbra a estudiar mucho esta materia en las escuelas públicas, y yo, un hombre que estudia abogacía, imaginate que le escapo a los números”.

Por otra parte, siete de las encuestas apuntaron a la dificultosa difusión de las actividades de los órganos de control ya que calificaron a las noticias como “engorrosas”. Monzon Wyngaard señaló que los informes de estos organismos, que están colgados en la web, “no se entienden” dado que son “excesivamente técnicos y hay que buscar la forma de decodificarlos, ya que hay que ser demasiado especialista para entender lo que están diciendo”. “Si el control público funciona de esta manera, no puede haber control, porque la ciudadanía no tiene los conocimientos para acceder a esa información”, afirmó el profesor de Derecho Público Provincial y Municipal. A su vez, consideró de suma importancia “instrumentar sistemas que los difundan por los medios". Para incrementar la información de la población, el profesor propuso que “se podrían generar spots publicitarios que no representen gastos onerosos para el Estado provincial y que den cuenta de qué es el control”.

A raíz de este estudio, Monzon Wyngaard junto al Contador Fabián Ramírez, especialista también en Admnistración y Control de las Organizaciones Publicas, impulsaron un proyecto de extensión universitaria para generar capacitadores que vayan a los colegios secundarios a explicar la importancia del control público: “La idea es que las capacitaciones se dicten para estudiantes de Derecho y se amplíe a los de Comunicación Social y de Ciencias Económicas”, sostuvo Monzon Wyngaard. “Estamos coordinando no sólo con las autoridades de la Contaduría General, sino ampliamos al Tribunal de Cuentas, a la Defensoría del Pueblo y al Fiscal de Estado”, especificó el profesor, aunque debió excluir a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas local, ya que “no funciona a pesar de que esté creada por Constitución.

El 6 de julio pasado se realizó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste la primera conferencia para evaluar la respuesta del público frente a esta convocatoria. El resultado superó las expectativas de los organizadores: “Vinieron 150 personas que estaban interesadas en iniciar una capacitación sistemática, organismo por organismo”. Una vez realizada la capacitación, que se profundizará en el segundo cuatrimestre, se intentará que los participantes visiten escuelas secundarias de la capital correntina.




Hugo Quintana

Esta experiencia realizada en Corrientes no me extraña en absoluto porque el control es la Cenicienta de la República Argentina: no tiene arraigo cultural, ni hay filosofía para discutir, ni la gente tiene vocación por conocer qué es lo que pasa con el control.

Desde nuestra organización consideramos que el control es una parte indelegable de la calidad institucional. Los inversores extranjeros, cuando vienen, buscan la estabilidad institucional, y el control es una de sus patas, junto a la comunicación independiente, la división de poderes. En esta situación, como en otras tantas cosas de la vida de los argentinos, el Estado falla; está ausente.

Nosotros somos pioneros en generar proyectos educativos que permitan entender qué es el control. Junto con la Universidad de San Martin, dictamos la única maestría en control del país. Tenemos alumnos tanto del interior como del exterior. Además, con (la página de internet) elauditor.info, trabajamos para descifrar los informes de auditoría que son crípticos, largos, técnicos, aburridos e inentendibles por el común de los mortales. Es decir, llevar el informe técnico a una noticia periodística es difícil, pero lo estamos haciendo.

Sería gratificante para la Argentina que el control, de una vez por todas, ocupe un estatus diferente ante la gente y ante la política. Ya sabemos que a muchos políticos no les gusta. Algunos porque creen que el control obstaculiza y otros, porque son “traviesos”, y se quieren quedar con lo que no es propio. Esto pasa en todas partes del mundo, la diferencia es que en otros países funciona el sistema y no pueden y acá el sistema no funciona, y pueden. Hay que cambiar la mirada instalada sobre el control, ya que no es oposición, sino que simplemente implica marcar los límites.