Publicado: 27-09-2011 
  
La Rioja.- El INTI analizó 28 barritas de diez marcas. El 57% excede límites de bacterias y el 70% brinda menos fibras de las que debería. En el 95%, la etiqueta no coincide con el contenido. No todo lo que reluce es salud en el mundo de las barritas de cereal argentinas. Un análisis sorpresivo realizado por expertos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, y al que PERFIL tuvo acceso exclusivo, demostró serias falencias en buena parte de los 28 productos analizados de 10 distintas marcas.

Casi la mitad mostraron tener grasas trans que aumentan el colesterol, y un porcentaje similar no cumple con los debidos requisitos microbiológicos, es decir, poseen bacterias que pueden causar enfermedades. Además, salvo en un caso, no coincidió lo declarado en la etiqueta con lo que realmente tienen, incluso con la habitual tolerancia de más/menos el 20% (por tratarse de un producto sujeto a variabilidades en su composición). Por si fuera poco, tienen entre el 30 y el 70% menos de proteínas que las que deberían. El análisis fue sorpresivo porque no se les pidió el producto a las empresas, sino que fue comprado en distintos supermercados.

El estudio es eminentemente informativo y busca que los consumidores no crean que las barras son tan saludables como se publicita, que sepan que no necesariamente ayudan a adelgazar y que de ningún modo pueden suplantar a las comidas; y que incluso en algunos casos pueden provocar enfermedades estomacales por las presencia de bacterias. Según recalcan los responsables, el informe no persigue afán sancionatorio, ya que no es su competencia primaria, aunque sí está pensado como una forma de colaborar con los organismos de control. De todos modos, se encarga de advertir: "Las personas con patologías relacionadas con el consumo de determinados alimentos, como por ejemplo diabetes, deben consumirlas con prudencia y consultar con un nutricionista acerca de lo más conveniente para su caso". Y resumen: "Las barritas de cereal no tienen un aporte proteico relevante y (sólo) el 30% de ellas tiene un buen nivel de fibra alimentaria".

Los productos analizados fueron adquiridos entre marzo y abril en supermercados de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, Chubut y Córdoba. Pese al boom de consumo de los últimos diez años, que se verifica en la notable variedad de gustos a la que se puede acceder en los quioscos nacionales, la barrita de cereal no está definida como tal dentro del código alimentario argentino. Por tal motivo, los técnicos del INTI decidieron usar normas brasileñas y de los Estados Unidos.