La provincia de Catamarca cuenta con casi 20 mil hogares conectados a la red de gas natural. En tanto, son más de 50 mil viviendas las que dependen exclusivamente del gas en garrafa. Completa esta realidad que en unos 10.000 hogares catamarqueños sus habitantes deben cocinar con leña o carbón, mientras que una pequeña parte de la población lo hace con medios alternativos.

En Argentina, Catamarca está considerada como una provincia "privilegiada", si se tiene en cuenta que provincias como Chaco, Formosa, Entre Ríos, Corrientes y Misiones no están conectadas a la red de distribución de gas natural.

De acuerdo con un estudio de la consultora Ing & Tec, sobre la base de datos de la Auditoría General de la Nación y del INDEC, una residencia con una familia tipo consume 20 kilogramos de Gas Licuado de Petróleo (GLP) promedio por mes. Esto representa en el NEA, un gasto de 44 pesos. Mientras que en las provincias que cuentan con gas natural con dicho importe se pueden obtener 104 kilogramos de este combustible. 

De esta manera, cada 2,24 pesos que se invierten en GLP, su equivalente en gas natural es de 0,43 pesos, por lo que un catamarqueño que no tiene posibilidades de estar conectado a la red de gas natural gasta un 424% más por la energía que en otras provincias del centro y sur del país.

Las diferencias no sólo influyen en la economía doméstica sino también en el desarrollo industrial, ya que implica un encarecimiento de los medios de transporte, como así también si se lo utiliza como una fuente de energía. 

Mensualmente, la provincia compra unos 40.000 kilogramos de gas (casi 500 toneladas que distribuye YPF y Totalgaz casi en su mayoría) y el mayor porcentaje se entrega usuarios de la ciudad Capital.

Con costos mínimos, son sólo seis las empresas que concentran el 84.5% de la producción de GLP en el país, que son, además responsables de su distribución: Repsol YPF Gas participa con un 34.5% (más un 20% de Pluspetrol, empresa controlada por Repsol), siguiéndole Totalgaz con 20.5% y Shell Gas 7.8%.