En un contexto de constantes avances tecnológicos, la educación financiera cobra mayor relevancia en el mundo educativo formal. Giselle Baba, asesora financiera, en comunicación con El Auditor.info, explicó que las escuelas presentan resistencia a incorporar esta área de estudio por estar atadas a un programa tradicional. Sin embargo, poco a poco hay avances.

Una buena educación financiera no solo es vital para el desarrollo económico de los jóvenes, sino que también está relacionada con el desarrollo emocional, ya que “una buena educación financiera da paz mental”, expresó Baba, quien además explicó que nunca hubo una materia destinada a esto en el nivel secundario. “Hay una realidad: el sistema educativo quedó muy arcaico. Hay materias que no acompañan el desarrollo tecnológico actual y, después de la pandemia, se agravó la brecha”, planteó la asesora. 

Siguiendo esta línea, la asesora aseguró que la falta de información excede los rangos etarios; por esto, es importante que las escuelas brinden herramientas y complementen la educación de los padres en casa.

Giselle Baba, asesora financiera.

Un cambio de paradigma

En los últimos años, se dio un cambio de paradigma impulsado por los distintos avances tecnológicos, lo que trajo ofertas educativas virtuales, posibilidades de clases por YouTube y herramientas de Inteligencia Artificial a disposición. 

Pero no solo modifico la forma de aprender, sino también el mundo laboral. "En la época de mis papás era normal que se hablara de un trabajo seguro y que tendiera a hacer toda la vida laboral en una empresa. Esto cambió hoy en día y los chicos buscan más lo freelance para que el trabajo se adapte a la vida personal. En mi caso, complemento un trabajo fijo con lo independiente y pienso que es lo ideal", agregó Baba. 

Con este cambio de paradigma surgió una necesidad urgente de educación financiera. Las redes sociales y el acceso instantáneo a la información abrieron nuevas puertas, pero también dieron lugar a la proliferación de estafas y desinformación. Por ello, Baba recalca la importancia de que los estudiantes aprendan a navegar de manera crítica. "Hay muchos talleres que no cumplen la función de educar", advirtió y subrayó la necesidad de una educación financiera en las escuelas. 

El ahorro como un juego

Para la especialista, hay que empezar de a poco: “transmitiéndolo desde lo más básico, desde lo más llano. La idea es que los niños o las personas del otro lado entiendan”. Las estrategias para educar en finanzas a los adolescentes son variadas; “se habla desde otro lugar y no se necesita bajar conceptos”, agregó.

La experta señaló que hay que enseñarles el ahorro como un juego, que a la vez les traerá progreso para su futuro. De esta manera, la educación financiera funciona como un espacio de distensión para los chicos, no formando parte de las materias obligatorias, sino a través de encuentros semanales o mensuales extracurriculares.

Por otro lado, mencionó que el hábito del ahorro se aprende primero en el hogar. La asesora, en sus encuentros con jóvenes, les hace preguntas sobre cómo ahorran y en qué, ya sea en pesos, dólares, criptomonedas u otros activos. “A los chicos se les ayuda marcando objetivos diarios, semanales, mensuales y anuales, y desde ahí tienen que empezar a generar un hábito.”

Para que las escuelas logren implementar una educación financiera efectiva, es necesario un cambio en la mentalidad de los directivos y educadores. “Desde la cabeza de las instituciones, es necesario empezar a abrir un poco la mente y a dar mayor información”, reflexionó Baba.

El papel de la tecnología en la educación financiera

La tecnología juega un papel fundamental en la difusión y el acceso a la educación financiera. Las redes sociales, plataformas digitales y webinars permiten que un mayor número de personas acceda a conocimientos sobre finanzas. Sin embargo, la falta de regulación en estos espacios dio lugar a la proliferación de información engañosa y fraudes financieros. “La tecnología hace que haya un alcance fácil para las apuestas, más que para la salud financiera”, remarcó. Por ello, Baba destacó la importancia de un asesoramiento financiero personalizado y de calidad.

Sumando a esta reflexión, Baba festejó el cambio en el diseño curricular que se implementará en las escuelas primarias a partir de 2025 en la Ciudad de Buenos Aires, donde se sumarán contenidos sobre educación digital, educación financiera y bienestar socioemocional. “Los chicos tienen muchos problemas emocionales y es muy buena la incorporación de esta materia. Esto sería como una contención”, resaltó.

Desafíos a futuro

La educación financiera enfrenta desafíos para su implementación en el ámbito educativo formal, como es el caso de la resistencia de las autoridades y educadores a incluir estos contenidos, así como la burocracia que implica cambiar los planes de estudio. Sin embargo, “las instituciones están empezando a escuchar más este cambio y esta necesidad de la población. Todavía no en la escuela pública, pero sí en las privadas”, añadió Baba.

La inclusión de la educación financiera en el nivel secundario es una tarea urgente y necesaria. No solo ayuda a los jóvenes a tomar decisiones económicas más informadas, sino que también les ofrece la posibilidad de planificar un futuro financiero más estable y autónomo. Aunque los desafíos son muchos, el camino hacia una educación financiera integral es posible si se cuenta con el apoyo de docentes, familias y el Estado.