OEI: auditar la cooperación
La Organización de Estados Iberoamericanos brinda servicios al Estado a partir de proyectos con la modalidad de licitación y contratación. Si bien trabaja con Argentina hace años, cobró relevancia por la confirmación de contratos irregulares y la exposición de estar fuera del radar de las auditorías externas.
“Organización de Estados Iberoamericanos (OEI)”. Al leerlo es un nombre que suena conocido. Puede suponerse que es un organismo, internacional, que trabaja en alguna cosa que alguna vez se escuchó. Pero, ¿qué hace y cómo funciona la OEI en nuestro país?
Su nombre completo es Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, su sede central se encuentra en Madrid y cuenta con otras 19 oficinas en distintas latitudes.
Según su sitio, trabaja directamente con los gobiernos de sus 23 países miembros, “respondiendo a sus prioridades y fortaleciendo sus políticas públicas a través de programas y proyectos que diseñan y ponen en marcha profesionales altamente calificados y comprometidos con la creación de valor para toda la sociedad”.
Si bien el primer contrato con Argentina que se puede encontrar en su archivo online es de 2010, la OEI aumentó su nivel de exposición en nuestro país durante el último tiempo a partir de una serie de contrataciones irregulares realizadas por el actual gobierno, que derivaron en el despido del Secretario General a cargo.
En una época en la que las auditorías tomaron relevancia en los discursos, se hizo hincapié en que, por tratarse de un ente internacional con rango diplomático, sus contratos no son alcanzados por las auditorías externas a las que sí se somete a la administración pública nacional.
Personal y proyectos
Aunque no sea objeto de auditoría, es posible acceder a información general de la OEI. Por ejemplo, de su nómina de personal se desprende que nuestro país es el que mayor cantidad de empleados ocupó en 2021 y 2022.
En ese último año, el personal argentino representaba el 24% del total, que fue de 378 personas en los 19 países.
Actualmente se desarrollan 45 proyectos que involucran a casi 57.000 beneficiarios en Argentina. Los ejes de las distintas iniciativas son siempre educación, ciencia, cultura, lenguas y derechos humanos.
Por ejemplo, se han contratado especialistas para desarrollar programas de tecnología, expertos en educación, o personal que brinde asistencia técnica y coordinación de diferentes unidades.
Los números
El dinero para movilizar los proyectos y el personal surge de las cuotas obligatorias y los aportes voluntarios que efectúan los gobiernos de los Estados miembros.
Además, para determinados proyectos realizan contribuciones de instituciones, fundaciones y otros organismos interesados en la mejora de la calidad educativa y en el desarrollo científico-tecnológico y cultural de Iberoamérica.
Estos números pueden verse en sus balances, los cuales son auditados por Binder Dijker Otte, una empresa que figura en el plano internacional en 167 países, y su sede central está en Bélgica.
Según los estados financieros del 2022, los honorarios correspondientes a los servicios profesionales prestados por la empresa auditora ascendieron a la suma de 118.000 euros.
Otro dato que se desprende de la observación de estos números es que, en el año 2022, del total de los montos por país financiador, Argentina mantiene un saldo a favor de U$S 48.995.131, que representa el 41.82% del total de los proyectos en ejecución de la OEI expuestos en el pasivo de su balance.
El país que le sigue a Argentina en importancia en montos por proyectos en proceso es Colombia, con un poco más de U$S 20.460.000 para 2022 y U$S 25.360.000 para 2021.
Por último, tanto en 2021 como en 2022, el (ex) Ministerio de Obras Públicas lideró el listado de organismos nacionales con proyectos en ejecución.
Actualmente, de las 30 licitaciones y convocatorias resultantes de la búsqueda en su registro online, la mayoría pertenecen al ámbito de la educación.