Una opinión sin salvedades indica que los estados financieros presentan razonablemente la situación financiera, el resultado de las operaciones, las variaciones de patrimonio y los cambios en la situación financiera. Puede expresarse solamente cuando el auditor independiente ha adquirido la convicción, sobre la base de un examen hecho de acuerdo con normas de auditoría vigentes, de que dicha presentación se conforma con principios de contabilidad generalmente aceptados aplicados sobre una fase uniforme, y que incluyen todas las relevancias informativas necesarias para hacer que los estados financieros no induzcan a error.