Publicado: 17-06-2009

El año pasado fue el peor que se recuerde en la historia de Aerolíneas Argentinas y Austral. Según el balance de las empresas, al que tuvo acceso este diario, entre las dos sumaron pérdidas por $ 1.649 millones ($ 1.403 millones y $ 246 millones, respectivamente). 

El quebranto, que triplica al de 2007, se reparte entre Marsans y el Estado. Los españoles operaron la empresa hasta el 17 de julio de 2008, fecha en la que el Gobierno comenzó a pagar los sueldos, combustible y repuestos e incorporó al ex intendente de La Plata, Julio Alak, como gerente general. Para mantener los aviones en funcionamiento, el Tesoro giró $ 983 millones hasta diciembre pasado y $ 1.263 millones acumulados hasta marzo. El año 2009 no arrancó mejor. Entre enero y abril el déficit ya supera los $ 300 millones. En los próximos días, la Auditoría General de la Nación (AGN) presentará un dictamen sobre estas cifras.
 
La crisis internacional y los cortocircuitos entre la gestión privada y los funcionarios empujaron a Aerolíneas y Austral a cerrar un balance peor al esperado. Cuando se inició el proceso reestatizador en el Congreso, la Secretaría de Transporte estimó una pérdida anual de u$s 250 millones. Pero el año cerró con un déficit de u$s 436,2 al tipo de cambio de ayer.