Control para algunos
Hay solo un área que reduce más su participación que las sociales: los organismos de control caen drásticamente. La Auditoría General de la Ciudad disminuye cerca del 10 por ciento su participación (sobre el total del presupuesto pasa de 0,4 a 0,36 por ciento). Por otra parte, la Procuración baja otro 15 por ciento (desciende de 0,54 a 0,45 por ciento).
En el Ministerio Público, el único que recibe un aumento de presupuesto más que generoso es el jefe de los fiscales, Germán Garavano, que tiene la tarea de llevar adelante la política de control del espacio público que impulsa el jefe de Gobierno hacia la protesta social y los vendedores ambulantes, por dar dos ejemplos. Garavano consiguió un aumento de 42 millones de su presupuesto, que saltó a 96 millones de pesos. Su compromiso por el cambio implica el incremento de sus recursos en un 85 por ciento.
Curiosamente, no ocurre lo mismo con los defensores públicos ni con los asesores tutelares, cuyas cabezas la ocupan el kirchnerismo y el ARI.