Los gobiernos, en ningún país, ven con buenos ojos los controles de gestión y hacen todo lo posible para evitarlos. Sin embargo, en el caso de la Argentina, la situación es más marcada. Así se desprende del diálogo con radio «Del Plata» que mantuvo Leandro Despouy, titular de la Auditoría General de la Nación. Hace 14 años que se espera la reglamentación de la ley que dispone la independencia de la AGN, un ejemplo de esa desidia.

Periodista: Siempre seguimos con preocupaciónla situación de los organismosde control de la Nación,que desarrollan sus actividades en medio de muchos problemas. Hoy, ¿cómo están las cosas?

Leandro Despouy: Yo le diría que si bien es cierto, hay algunos resultados concretos de la actividad de control que podríamos realizar. Sigue habiendo dificultades que aparecen señaladas con frecuencia y son de distinto orden.

P.: ¿Cuáles, entre ellas, son las más comunes?

L.D.: Probablemente lo más importante para que se produzca esa (...) transformación es que el Estado tendría que entender que lo necesitan al control y que es un aliado del control, tanto para evitar situaciones jurídicas posteriores, cuando hablamos de los funcionarios, y al mismo tiempo para un mayor rendimiento de la propia actividad estatal, que esa es en definitiva la función. Dicho esto, digamos, las dificultades son de distinto orden, cuando tenemos un Estado en el cual esta cultura del control está ausente o diríamos en cuestiones fundamentales no se expresa con fluidez, bueno, tenemos algunas dificultades que aparecen muy claramente. Por ejemplo, en la obtención de información, generalmente hay mucha dificultad para que las autoridades cuando uno las controla entreguen en tiempo oportuno la información y muchas veces tiene que ser a través de mecanismos de reiteraciones, etcétera. Hay toda una serie de cuestiones, y en otros países directamente cuando el contralor pide la información, si el funcionario no la entrega comete una falta grave y al mismo tiempo puede ser susceptible de sanciones. Fíjese que ya desde el 94 que se sancionó la..., que se aprobó la Constitución y que prevé que debe sancionarse una ley reglamentaria que garantice la independencia del organismo, me refiero a la AGN y todas otras cuestiones y todavía esa ley no ha sido sancionada y estamos regulando nuestra actividad sobre la base de una ley mucho anterior, que tenía un enfoque mucho más político del control que el técnico que establece la Constitución.

P.: Ahora, esto que usted dice ¿no?, ¿Qué realidad...?, porque pasan los gobiernos del 94, acá en 14 años han pasado distintos gobiernos y ninguno ha hecho nada.

L.D.: Yo creo que sí, creo que si se expresa, como le digo, en algunos problemas estructurales de la propia legislación..., fíjese, y esto probablemente confirma lo que usted dice; en la Argentina prácticamente no existe la acción de recupero. ¿Qué quiere decir?, una empresa toma una concesión, Río Turbio, por ejemplo, me refiero a Taselli, que ha tomado muchas otras y que ha dejado el mismo resultado, no solamente esto fue una quiebra, fue al fracaso, etcétera, etcétera, esa concesión, sino que dejó un daño ecológico en la región, económico inmenso, sin embargo, no hay acciones, no se ejercen las acciones para decir, señor, usted no solamente no puede tomar ninguna otra concesión sino que al mismo tiempo tiene que hacerse cargo de lo que ha hecho.