El conocimiento que una persona tiene de la falta de fundamento de su pretensión, del carácter delictuoso o cuasi delictuoso de su acto, o de los vicios de su título (el poseedor de mala fe; vendedor de mala fe de cosa ajena). El proceder artero, malicioso, doloso o con intención de obrar en provecho propio y perjuicio ajeno.