Centenario del nacimiento del doctor René Favaloro
El reconocido cardiocirujano no sólo fue un héroe de la medicina mundial, sino un verdadero ejemplo de compromiso y entrega. Es un ejemplo a seguir por las generaciones presentes y futuras de millones de argentinos.
Un 12 de julio de 1923 nacía en la ciudad bonaerense de La Plata un hombre que se convertiría en un verdadero héroe de la medicina argentina: el doctor René Favaloro. El centenario es un momento propicio para honrar su legado, recordar sus palabras y enseñanzas, pues sin duda dejó una huella imborrable en la historia de la medicina de nuestro país y del mundo.
Además se destacó como un argentino con profundos principios y valores, de un gran apego al legado sanmartiniano. Fue tal su admiración al Libertador que llegó a escribir dos libros sobre la vida y obra de José de San Martín: “Conoce Usted a San Martín” y “Memoria de Guayaquil”.
En honor a la fecha de su nacimiento, en nuestro país se sancionó la Ley N° 25.598 en el año 2002, que establece el 12 de julio como el “Día Nacional de la Medicina Social”. Es justo realizar en su nombre un reconocimiento a todos los profesionales que se dedican a esta área y un homenaje muy especial a profesionales de la salud que se desempeñan en zonas rurales, alejadas y/o inhóspitas, tal como lo hiciera el mismo Favaloro quien trabajó varios años de su vida profesional como médico rural en la localidad pampeana de Jacinto Aráuz.
El mismo Favaloro recordó su llegada a aquella lejana localidad en su maravilloso libro Recuerdos de un Médico Rural: “En el atardecer del 25 de mayo de 1950, en la estación Constitución, tomé el tren que me llevaría a Bahía Blanca, primera etapa de mi viaje hacia La Pampa. Viajaba sin camarote. Al subir busqué un asiento cercano a la ventanilla. Estaba algo fresco, llevaba puesto un saco de lanilla que hasta hacía muy poco había sido cruzado. Las manos habilidosas de mi madre lo habían renovado, transformándolo en derecho con dos botones. Una bufanda de lana, tejida como regalo de viaje por mi novia, recubría mi cuello y mi pecho. Me acurruqué en mi asiento y, apenas recorridos los primeros kilómetros, traté de descansar después de tantas tensiones vividas en los últimos días preparatorios del viaje. Seguía confundido y las ideas iban y venían en desorden”, así relataba años después su viaje al lugar que recordó siempre y donde, junto a su hermano, fundó la clínica médico quirúrgica del pueblo y desde dónde tomó la decisión de continuar sus estudios y emigrar para especializarse en el exterior donde finalmente lograría el renombre científico mundial.
El creador del bypass
En efecto, recordemos que uno de los mayores logros del doctor René Favaloro fue su invento y contribución revolucionaria al campo de la cirugía cardiovascular. Durante la década del '60, precisamente en el año de 1967 luego de muchos años de trabajo, esfuerzo y estudio, desarrolló la primera cirugía con éxito utilizando el método de bypass coronario creado por él: una revolucionaria técnica quirúrgica que desde entonces salvó a miles de vidas cada año en todo el mundo. Así su innovación y dedicación le valieron el reconocimiento internacional y numerosos premios, entre ellos el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1994, entre muchos otros reconocimientos a lo largo de su vida profesional.
Pero lo cierto es que más allá de sus reconocimientos y logros científicos, el doctor René Favaloro se destacó por su integridad y su compromiso con los valores éticos y entrega a su país natal, pregonó durante toda su vida y fue ejemplo como un defensor incansable de la honestidad en el ejercicio de la medicina y desde allí a todos los ámbitos de la vida profesional, luchando contra la corrupción enquistada en las instituciones médicas, obras sociales, seguros médicos e incluso denunciando la corrupción hacia el interior del propio estado, principalmente en los temas de su incumbencia como la salud. Es que la ética médica y la justicia social fueron principios fundamentales durante toda su vida y plasmadas en su obra, especialmente a través de su segunda gran creación: la Fundación Favaloro.
Así su lucha incansable por construir una sociedad más justa y equitativa lo llevó a ser un crítico del sistema de salud argentino y siempre clamar por reformas que permitieran un acceso igualitario a la atención médica para todos los ciudadanos, expresando que “si la medicina estaba reservada para una pequeña élite de la sociedad perdía su razón de ser”.
Prolífico escritor
Además de su trabajo como médico y cirujano, Favaloro también fue un prolífico escritor y conferencista, como ya citamos además de su libro Recuerdos de un Médico Rural. que tiene un valor de memorias y autobiografía. También dedicó dos importantes obras a San Martín, una de ellas convertida en best seller: Conoce Usted a San Martín, cuya recaudación por ventas, al igual que las de sus otras obras destinó a la Fundación y Universidad Favaloro.
Recuerdo que en 1994, precisamente a raíz de sus conocimientos y admiración sanmartiniana, tuve oportunidad de escuchar una de sus conferencias sobre San Martín y charlar brevemente con él. Tengo siempre presente aquel encuentro, sus palabras y consejos para los jóvenes, pues en aquel momento yo contaba con escasos 19 años y aquel día nos dijo, entre muchas otras palabras, lo siguiente: “Los valores trascendentes están mucho más allá de las cosas materiales” y fundamentalmente: ”…es que no se consigue nada sin esfuerzo. Así que nosotros realmente teníamos que estudiar. Teníamos que estudiar tremendamente no solamente en clase, si no fuera de nuestras clases. En nuestras casas, fuera de hora .Es decir, no se consigue nada sin esfuerzo…”
La impresión que me causó este gran hombre, al mismo tiempo tan humilde que rechazaba constantemente los aplausos y las muestras de admiración, se transformó con el tiempo en una gran admiración, pues a través de sus palabras buscó constantemente concientizar a la sociedad sobre los problemas ya no sólo de la salud sino también de las desigualdades existentes, las disparidades hirientes y que al día de hoy siguen siendo un tema recurrente en la realidad de nuestro país.
Además durante toda su vida intentó transmitir sus ideales y valores ligados a una vida de estudio, trabajo, investigación, esfuerzo, desinterés, humildad y entrega. Así, el legado del doctor René Favaloro, tan necesario en nuestros días, trasciende las fronteras de la medicina y se convierte en una inspiración y motivación constante para toda nuestra República; su enorme compromiso y profesionalismo, sobre todo su ética, integridad y humildad son un verdadero ejemplo a seguir para las nuevas generaciones, presente y futuras de argentinos.
En este año del centenario de su nacimiento, recordamos con gratitud y admiración a un hombre que dedicó su vida a dar esperanza, a educar y enseñar, fundamentalmente a salvar vidas. Sus principios y su legado perdurará en el tiempo y seguirá guiando a quienes trabajan en busca de un mundo más justo y mejor.
El doctor René Favaloro fue un verdadero héroe argentino y su legado un faro de luz en el camino de valores y humanidad, este centenario tan importante nos invita a reflexionar sobre la importancia de su obra y a seguir luchando por los ideales de un gran compatriota cuyo nombre y legado no deben ser olvidados, esperanzados en que su ejemplo nos inspire a seguir trabajando por un país mejor.