Pese a que se sumaron más mujeres, el 65% del personal del Estado es masculino
Al examinar la distribución de los planteles por sexo, la Oficina de Presupuesto del Congreso comprobó que, si bien existe paridad en los trabajadores civiles de la Administración Nacional, en las Fuerzas Armadas la relación es de 80/20. Ellas tienen más títulos universitarios pero menor presencia en ciencia y técnica.
Según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), a pesar de que en los últimos años se incorporaron más mujeres a la administración pública, el 65% del personal del Estado es masculino.
El área parlamentaria valoró que en 2010 la cantidad de mujeres en las oficinas nacionales representaba el 29% del total, y que ese “incremento en la participación femenina” emparejó las proporciones en dos de los tres aspectos analizados hasta abril de 2019: el personal civil de la administración y los otros entes del llamado sector público no financiero.
Como se aprecia en el cuadro, la paridad no aparece en el sector de las empresas estatales, en que la relación entre hombres y mujeres es de 83,5/16,5.
No obstante, el informe aclara que estos números se lograron “solamente tomando en consideración el personal civil” de la Nación, ya que dentro de las Fuerzas Armadas y de Seguridad la cantidad de varones representa el 78,1% del total frente al 21,9% de mujeres.
¿Y cuántos militares hay? La OPC reveló que de los 449.797 cargos que hay en la Administración cerca del 60% está vinculado a las Fuerzas Armadas y de Seguridad si se suman los uniformados más el personal civil de ambos sectores.
Dato al margen: la investigación acota que el peso de las Fuerzas en el total del personal público sigue vigente aun con la “caída significativa” registrada en 2017, cuando 18 mil agentes de la Policía Federal fueron transferidos al ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Volviendo a la cuestión de género, la Oficina del Congreso encontró la manera de determinar la distribución de ambos sexos en los diferentes organismos. ¿Cómo lo hizo? Seleccionando planteles con más de cien cargos y separando los que tuvieran el 60% de hombres, de aquellos en los hubiera la misma proporción de mujeres.
De esta lista puede deducirse que ellas tienen asignadas más labores relacionadas al cuidado y a lo emocional.
¿Y cuáles son los entes con más del 60% de hombres?
Dos perlas de esta segunda lista: por un lado, de los 12 organismos, por lo menos cinco están vinculados a tareas de investigación, y, por el otro, hay solo cuatro mujeres cada 100 empleados del Ministerio de Ciencia y Técnica.
La investigación agrega que esta brecha se registra aun cuando el 37% de las mujeres del Estado tiene título universitario frente a un 19% de los hombres.
También relacionado al nivel educativo, el informe de la OPC reveló que, de cada 100 empleados públicos, 47 tienen título secundario, 26 cuentan con educación universitaria o superior, 17 fueron a la primaria y los 10 restantes vienen de la formación técnica.
Además, según la Oficina, “el nivel secundario se concentra en la Administración Central, con el 87%, y la educación universitaria se da en los Organismos Descentralizados y Otros Entes del Sector Público, donde concentra el 50%”.
Para completar, el trabajo mostró la distribución del plantel estatal según grupo etário.
A partir de estas porciones se detalló que, del grupo que integran los que tienen entre 20 y 34 años, es decir, “del grueso de la gente joven”, remarca el informe, el 73% se concentra en las fuerzas armadas y de seguridad.
En otros envíos se dará cuenta de los hallazgos del área parlamentaria relacionados con la distribución de los empleados públicos según su relación con el Estado empleador y las distintas escalas salariales vigentes.
Por último, es importante señalar que la Oficina de Presupuesto realizó su análisis sobre un universo que incluyó a los tres Poderes, empresas con participación estatal, sociedades de economía mixta y entes con autarquía financiera y patrimonio propio, como la AFIP, el PAMI y el INCAA, entre otros. Y excluyó a trabajadores de las Universidades Nacionales. Respecto del sector empresarial público, el relevamiento se restringió a unas 100 empresas y sociedades que son las que remitieron información al Sistema Integrado de Recursos Humanos.