Al cierre de esta edición, la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado se preparaba para firmar el dictamen del plan de gastos 2019, que sería tratado el 14 de noviembre y prevé un déficit financiero de $714.920 millones.

Los senadores recibieron de la Cámara de Diputados un texto que proyecta ingresos por $ 3,4 billones ($3.424.477 millones), frente a gastos de algo más de $4 billones ($4.024.694 millones).

Un dato a tener en cuenta es que, como se desprende del cuadro, la recaudación ha sido proyectada en un 85%, lo que significa que el 15% restante deberá ser financiado por otras vías que no son las provenientes de la actividad del próximo ejercicio. 

Con todo, el déficit financiero, que es la diferencia entre ingresos y gastos, incluyendo el pago de la deuda, representa el 18% de los desembolsos globales del Estado, o bien el 21% de todo lo que se pretende recaudar. 

Los cambios

Parte del resultado financiero negativo que prevé el presupuesto se explica en las modificaciones introducidas durante el debate del proyecto en la Cámara de Diputados, hace dos semanas, que incluyó incidentes dentro y fuera del Congreso nacional. 

En aquella jornada se amplió la estimación de recursos corrientes, es decir de la recaudación, en $ 2.673 millones, que representan el 0,1% del total. 

Sin embargo, fue el incremento del rubro gastos el que volcó la balanza hacia el lado deficitario: según la Oficina del Presupuesto del Congreso, un área del Parlamento que comenzó a emitir informes propios, tanto los cálculos de los desembolsos corrientes como los de capital aumentaron hasta llegar a un 0,6% del monto global previsto y, por eso, las erogaciones crecieron en algo más de $ 24 mil millones. 

En una próxima entrega, este medio dará cuenta de las proyecciones macroeconómicas para 2019 de las principales variables, como PBI, inversión y comercio exterior.