Publicado: 27-12-2011

El Congreso demora su tratamiento; hay casos de sobreprecios y de manejo de fondos de los trenes.

Más de 400 informes que elaboró en el último tiempo la Auditoría General de la Nación (AGN) sobre distintas áreas de la administración pública continúan bloqueados en el Congreso a la espera de ser aprobados o rechazados por los legisladores. Con la consolidación de la mayoría oficialista en las dos cámaras legislativas, crece la posibilidad de que muchos de ellos nunca sean tratados.

Los expedientes frenados incluyen desde investigaciones por irregularidades en el Occovi, el organismo que controla las concesiones viales que manejó hasta 2008 Claudio Uberti -famoso por el caso de la valija de Antonini Wilson- hasta informes por sobreprecios en la Administración de Programas Especiales (APE), que está bajo sospecha en la causa de la mafia de los medicamentos .

También los opositores fueron corresponsables de esta morosidad parlamentaria, ya que cuando ejercieron la mayoría en la Cámara de Diputados no impulsaron la inclusión de estas auditorías en los temarios a ser debatidos en el recinto. Las razones van desde el desinterés del kirchnerismo por aprobar auditorías críticas hasta la desidia de los senadores y diputados, ya que muchos de esos informes, que no tienen disidencias, podrían aprobarse en un santiamén, pues no generan mayores conflictos políticos.

Esta demora genera una honda preocupación en el seno de la AGN, que preside el radical Leandro Despouy. "A pesar de nuestro esmero en elaborar los informes, el problema sigue siendo del Parlamento, que se convirtió en un cuello de botella al no tratarlos en el recinto. Desvirtúa, así, el papel de control que debe ejercer por mandato de la Constitución nacional", fustigó.

Las auditorías atrasadas suman en total 432 y abordan las más diversas temáticas sobre la administración pública: comunicaciones, transporte, agua y energía, seguridad social, deuda pública, transferencia de fondos a provincias, municipios y al sector privado, control sobre bancos públicos, cuentas de inversión y otros múltiples rubros.

Todas ellas ya cuentan con el veredicto de la Comisión Mixta Revisora de Cuentas del Congreso, integrada por legisladores oficialistas y opositores. A lo largo de los dos últimos años, el organismo fue presentando las correspondientes resoluciones a ambas cámaras parlamentarias para su tratamiento en el recinto.

Sin embargo, a la hora de acordar los temas que luego se debatirían en el recinto, los legisladores oficialistas y opositores relegaban los informes y priorizaban aquellos proyectos a su juicio más coyunturales y relevantes. Así las cosas, los sucesivos informes de la AGN se fueron acumulando sin posibilidad de tratarse.


MISIÓN DEL CONGRESO

"Estamos frente a un problema estructural del Congreso, ya que los legisladores no le otorgan al control de la gestión pública la misma importancia que la de aprobar leyes. Ambas funciones son igualmente primordiales, pues así lo manda la Constitución nacional", sostuvo el ex diputado radical Heriberto Martínez Oddone, quien fue el último presidente de la Comisión Mixta Revisora de Cuentas.

Tanto Martínez Oddone como Despouy se lamentan por el desinterés que muestran los legisladores por las auditorías de control de la gestión. "La enorme mayoría de los legisladores desconoce la información que contienen los informes de la AGN y es por esa ignorancia que finalmente quedan postergados", advierte Martínez Oddone, ante una consulta de LA NACION.

Despouy coincide: "La AGN no tendría razón de existir de no ser por el interés que muestran la ciudadanía y los medios de comunicación por los informes que elaboramos. Gracias a esto es que nuestro trabajo sigue siendo valorado".

Como ya se mencionó, buena parte de los informes de la AGN fue despachada por unanimidad en la Comisión Mixta pero otros, en cambio, provocan profundas disidencias entre oficialistas y opositores.

Una de las auditorías más polémicas fue la que se realizó sobre el Occovi, el organismo que controla las concesiones viales y que hasta 2008 manejó Claudio Uberti. La AGN detectó irregularidades en los procesos de renegociación de concesiones viales con empresas que, en algunos casos, registraban incumplimientos totales en obras con las que se habían comprometido.

La otra auditoría se efectuó sobre la APE, la Administradora de Prestaciones Especiales, uno de los organismos bajo sospecha en el caso de la mafia de los medicamentos. Allí la AGN revela en su informe el pago de sobreprecios en la campaña de vacunación antigripal de 2004 y defectos en la rendición de cuentas de parte de los sindicatos, entre otras anomalías.

En ambos informes -APE y Occovi- los miembros opositores de la Comisión Mixta reclamaron la intervención de la Justicia. Sin embargo, al no haber sido aprobados todavía por ambas cámaras, ese reclamo cayó en saco roto.

El mismo camino del olvido parecerían seguir otros innumerables informes de la AGN, como aquel que cuestiona la actuación del ferrocarril Belgrano Cargas, el que revela fallas en los planes de prevención sobre el uso indebido de drogas o el que advierte sobre posibles "desvíos" en el Instituto Nacional de Promoción Turística. Todos esperan turno para su tratamiento en el recinto, aunque difícilmente puedan ver la luz en lo inmediato.


La Comisión Mixta Revisora de Cuentas del Congreso presentó los informes en los últimos dos años.


El Estado nacional giró mayores fondos que los previsos en el acuerdo. Hay fallas en la presentación de los programas de mantenimiento en infraestructura y obras. La CNRT detectó falencias en materia de seguridad.


Hay una falta de normas y procedimientos integrales en el Sistema Nacional de Medios Públicos, lo que debilita el control interno. No hay análisis ni gestión de estados contables: a fines de 2008 se verificó en Canal 7 una deuda por $ 16 millones, sin un análisis de capacidad de recupero.


La Sedronar tiene un insuficiente presupuesto y recursos humanos para realizar actividades y controles esenciales. Hay poca cobertura de los programas de prevención sobre el uso indebido de drogas. Hay grupos poblacionales para los que no se diseñaron programas preventivos.


Se observaron deficiencias en las tareas de fiscalización del transporte de cargas efectuadas por las delegaciones regionales de la CNRT. Hay demoras en la instalación del sistema de tarjetas para el control del transporte automotor de cargas en las estaciones de peaje.


Belgrano Cargas. Se han girado fondos sin rendición de cuentas.
Medicamentos. Se detectaron sobreprecios en campañas de vacunación.
Occovi. Hay fallas en el control de las renegociaciones de concesiones viales.