Antes de ayer, tras la asamblea de Papel Prensa en la que se eligió un estudio contable que certifique los balances, los representantes del Estado en la compañía se fueron a una sala aparte. Disconforme con el resultado de la votación, Guillermo Moreno instruyó a Daniel Reposo, titular de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) para que lleve adelante una nueva estrategia. Reposo-- que fue denunciado por haber trompeado a un abogado de un directivo de Papel Prensa-- decidió que iba a nombrar una contadora certificante por su cuenta, aunque la asamblea de la empresa no lo dispuso así.

Reposo y otros representantes del Estado montaron así una suerte de "asamblea paralela", sin ninguna validez legal. En la misma pretendieron tomar medidas con efecto en el funcionamiento de la empresa, algo que la compañía no aceptó.

Ayer, Reposo fue a las oficinas de Papel Prensa con el objeto de "poner en funcionamiento" a Vivian Stenghele, contadora que trabaja para la Sigen. El objetivo de Reposo era que Stenghele se encargara de la certificación contable, una tarea que la asamblea de Papel Prensa había asignado a otros profesionales en el día anterior.

Cuando se presentó Reposo, en la empresa salió Enrique Pigretti, en su carácter de apoderado legal de Papel Prensa. Pigretti le preguntó a Reposo y Stenghle cuál era el motivo de su presencia. Le contestaron que venían a realizar tareas de auditoría, conforme a "la asamblea realizada el día de ayer (por el miércoles)". Pigretti les manifestó que "de la versión taquigráfica, no surge la designación (de Stenghele) como contadora certificante", tal como Papel Prensa informó ayer a la Comisión Nacional de Valores (CNV). También manifestó que "si bien se le entregó en la sociedad una actuación notarial de la Escribanía General de la Nación, realizada con posterioridad al cierre de la asamblea", la misma carecía de validez legal, algo que Papel Prensa denunció en el juzgado Comercial Número 2, Secretaría 4.

Reposo también quiso desconocer el carácter de Pigretti de apoderado. Este le señaló a Reposo que "ignoraba" el funcionamiento de Papel Prensa y que su condición de funcionario público lo podía hacer incurrir en delitos penales de acción pública.

A través de la agencia oficial Télam, Reposo denunció que "patovicas" impidieron su acceso a Papel Prensa. En realidad, a quien se refería es a Pigretti, un abogado alto y grandote que no lo dejó ejecutar su ilegalidad.